El General Amigo, una Fundación y el Poder Transformador de la Buena Fe
Por: Deisy Viana
El trabajo social no se limita a simples acciones, se trata de una labor ejecutada por profesionales comprometidos con el bienestar y el desarrollo de individuos, familias y comunidades. Es una labor centrada en abordar y resolver problemas sociales, promoviendo el cambio y mejorando la calidad de vida.
La labor de un trabajador social es esencial para la cohesión y el progreso social. Es intervenir en situaciones de vulnerabilidad, proporcionando apoyo y recursos a quienes más lo necesiten. Es un trabajo que abarca una amplia gama de áreas, incluyendo la protección de niños, niñas y adolescentes, la salud mental y emocional, la asistencia a mujeres y adultos mayores, es motivar el desarrollo personal para propiciar iniciativas de producción para luchar contra la pobreza, y la promoción de la justicia social en todos los estratos de la sociedad.
Déjame contarte que como trabajadora social tuve la maravillosa oportunidad de contribuir de manera voluntaria con la Fundación de Investigaciones Científicas y Tecnológicas FUNICITEC 2.25 en el estado Guárico, ha sido un verdadero privilegio presenciar momentos que han marcado mi vida y la de muchos otros. Bajo el liderazgo de un gran amigo, Óscar González Ortiz, un general retirado con una trayectoria profesional admirable y un corazón entregado al servicio, junto a su equipo he aprendido el verdadero significado de la empatía y la solidaridad desde otra perspectiva.
Cada jornada de labor social ha sido una oportunidad para aprender y crecer. Una de las experiencias más conmovedoras ha sido ver a tantos niños y niñas con discapacidad auditiva escuchar por primera vez gracias a la donación de una prótesis auditiva por parte del Gral. Sus ojos se llenan de asombro, algunos sonríen otros se van en llanto, es mucha emotividad y alegría al percibir los sonidos a su alrededor especialmente la voz de sus madres. En ese momento, comprendí la profundidad del impacto que tiene está labor en las vidas de los guariqueños. No solo brindan asistencia, sino que también devuelven esperanzas y sueños.
Recuerdo vívidamente cada adulto mayor que ha perdido la audición con el paso de los años y que gracias a la intervención de FUNICITEC 2.25, puedan volver a escuchar la voz de sus seres queridos. Las lágrimas de gratitud y los abrazos de emoción son un recordatorio de que, en cada acción, van sembrando amor y recogiendo las bendiciones ofrendadas por las abuelas agradecidas. Son incontables las vivencias...
He podido observar que Óscar González Ortiz, con su profunda fe en Dios, siempre nos recuerda que somos instrumentos del Autor de la Vida para cumplir una misión en este mundo, la razón de vivir. Su lema, "somos lo que dejamos en el corazón de la gente", cobra vida en cada sonrisa, en cada lágrima y abrazo que compartido. Cada actividad es un acto de amor y fe que fortalece la convicción de seguir sirviendo a los más necesitados.
Indudablemente, conocer la labor de FUNICITEC 2.25, de su presidente y del equipo maravilloso de seres humanos que le acompaña ha fortalecido mi compromiso con mi vocación de servir. Puedo ver más allá de las apariencias y comprender las verdaderas necesidades de las personas. Esta experiencia ha fortalecido mi fe y me han enseñado que practicando el valor de la solidaridad y la compasión la buena fe es un poder transformador.
Cada uno cosecha lo que siembra, como dice el libro de Proverbios 19:17, "El que da al pobre a Dios le presta, y el bien que ha hecho lo volverá a pagar" Este versículo nos recuerda que cada acto de amor y servicio tiene un valor eterno por lo que estoy completamente segura de que nuestro amigo Óscar González Ortíz recibirá su recompensa de parte de Dios, mientras tanto, a través de FUNICITEC 2.25, continuará sembrando esperanza y construyendo un futuro mejor para todas y todos los guariqueños con el poder transformador de su buena fe.