Todo Pasa Por Una Razón… Jobo Unido
Por: Óscar Humberto González Ortíz
Aceptada la
invitación para compartir minutos de vida en la comunidad El Jobo 1, fuimos
recibidos con una calidez que desbordaba esperanza; la atmósfera estaba
impregnada de expectativas y conversaciones entrelazadas, donde adultos mayores
compartían anécdotas con los jóvenes en esta vivienda que se constituyó punto
de encuentro, refugio de diversas historias
que conjugaban vivencias colectivas.
Mientras
disfrutábamos de minutos de recreación, aprecié que la unión entre generaciones
era palpable, se desarrollaba un ambiente que parecía enfrentar el presente con
el futuro; sin embargo, tras emotiva bienvenida, emergieron realidades que
aquejan a la comunidad. Las voces de los vecinos comenzaron a narrar
problemáticas que, aunque difieren en
naturaleza con otros sectores visitados, comparten un hilo conductor: la
necesidad de mejorar la calidad de vida en El Jobo Unido.
La falta de
instalaciones deportivas es uno de los puntos más relevantes; los jóvenes
expresaron su deseo ferviente de contar con espacios adecuados para el deporte,
como forma de esparcimiento y herramienta para fomentar el trabajo en equipo. Es evidente que el deporte es un catalizador
para unir más a la comunidad. Además, el tema del agua es un clamor común; la
escasez del suministro es preocupación constante que afecta tanto a familias
como a las actividades cotidianas del colectivo. Estas problemáticas tienden a
crear tensiones entre vecinos, cada uno con la visión de asegurar lo que
consideran derechos básicos, enmarcados en que no son problemas individuales,
sino aspectos que requieren enfoques conjuntos y colaborativos.
A medida que
escuchábamos las inquietudes, me sentí inspirado por la determinación de los
miembros de la comunidad que, a pesar de las adversidades, tienen un palpable
deseo de trabajar juntos por un futuro mejor. Las soluciones no siempre son
fáciles ni rápidas, pero el primer paso siempre radica en reconocer las
dificultades uniendo fuerzas para enfrentarlas. En este sentido, El Jobo Unido
puede ser un ejemplo de cómo la unión puede ser poderosa herramienta para
transformar realidades, construyendo entornos más solidarios para todos sus
habitantes.
De las
conversaciones realizadas, resalta la cancha actual ubicada en la calle
que tiene un simple rayado que se transforma en escenario vibrante donde la
pasión por el deporte se desata al colocar las dos arquerías improvisadas. No
se necesita más, para que el espíritu competitivo florezca entre los jóvenes de
la comunidad; en esos momentos, el bullicio de gritos de aliento crea sinfonías
que resuenan en el aire, recordándonos que a veces las cosas más simples son
las que generan mayor alegría.
La cancha que esperan construir
simboliza el espacio de encuentro donde se jugará, construirán relaciones y forjarán sueños. En
medio de esta conversación, vi a un señor que recibió un dispositivo auditivo
durante una actividad realizada anteriormente en la Comunidad del Portal. Su
presencia estaba con una sonrisa que iluminaba su rostro, ¡qué emoción surge al
ver a alguien expresar su agradecimiento! …es indescriptible. Las acciones, por
pequeñas que sean, pueden impactar significativamente en la vida de los demás.
En esta jornada, entregamos tres
balones: baloncesto, fútbol y voleibol.
Cada balón representa la oportunidad de fomentar la actividad física,
promoviendo la inclusión, permitiendo que cada persona encuentre su lugar
dentro del grupo. También tuvimos la oportunidad de entregar insumos médicos y
medicinas a una promotora de salud del Consultorio Popular. Aunque el
consultorio estaba cerrado por la fecha, sabemos que esos recursos serán para
atender las necesidades de la comunidad. Esta acción solidaria subraya la
importancia de cuidar el bienestar físico a través del deporte, como también
garantizar el acceso a servicios básicos de salud. Así, cada pequeño gesto se
entrelaza con otro, formando una red de apoyo que llamamos “Ayúdanos a ayudar,
unidos podemos transformar realidades enfrentando los diferentes desafíos”.
En el transcurso
de la visita, entregamos varios libros y revistas como parte de nuestra campaña
motivacional para fomentar la lectura en la comunidad. Títulos como La verdad del Esequibo y Logística militar en marcha fueron
elegidos cuidadosamente para inspirar a los presentes a explorar nuevos
horizontes de conocimiento. La lectura enriquece la mente, abriendo puertas a
espacios inexplorados, fomentando la creatividad y el pensamiento crítico.
En entornos
donde la tecnología a menudo desplaza la lectura tradicional, iniciativas como
ésta son importantes para reavivar el interés por los libros y fortalecer la
cultura literaria. Mientras preparábamos la retirada, tuvimos la oportunidad de
regalarle un juguete a una niña que observaba con ojos llenos de asombro. Al
mismo tiempo, presenciamos unos minutos de una intensa caimanera de fútbol que
se desarrollaba en la calle, con el balón nuevo.
Agradecemos a
Francisco y al pastor Edison Paz, por su emotiva invitación, hospitalidad y
calidez humana que hicieron que esta tarde fuera memorable; cada emoción
compartida, cada historia contada se convirtieron en un hilo que tejió una
conexión entre todos nosotros. Es impresionante cómo estas interacciones
transforman una simple reunión en una celebración de vida y comunidad. Por
cierto, quedamos con la grata expectativa de aceptar la invitación para
compartir una sopa; estos momentos de convivencia son esenciales para
fortalecer los lazos comunitarios. La combinación de deporte, educación y
camaradería nutre el espíritu comunitario. Sigamos adelante con este
compromiso, porque cada paso dado hacia el bienestar colectivo es un paso hacia
el futuro más brillante para todos.