Corrupción, sanciones, odio fratricida y falta de liderazgo: La receta del fracaso opositor
Por: Julio Ramos
La oposición venezolana se encuentra en un estado de profunda crisis, un naufragio anunciado cuyas consecuencias es evidente, todo se debe a una combinación de factores que van desde la corrupción interna, hasta una estrategia política errática que ha priorizado las sanciones económicas sobre el bienestar de la población.
Uno de los ejemplos más flagrantes de esta ineficacia es el escandaloso manejo de la ayuda humanitaria. El robo de los fondos destinados a paliar la crisis económica fomentada por la oposición radical no solo ha generado indignación. En Venezuela a pasado de todo, donde un payaso llamado Juan Guaido, se juramento en una plaza y automáticamente más de 50 países liderados por EEUU, le reconoce de allí en adelante toda una película al mejor estilo hollywoodense fue puesta en la escena mundial, Asamblea Nacional, Tribunal Supremo de Justicia desde el exterior todos cobraban, vaya usted a saber. Todo digno de una película al mejor estilo norteamericano. Falta ahora la segunda parte, esta vez un actor distinto se enfila, luces cámara acción. Edmundo...
Lo cierto, que este hecho, junto con la pérdida de Citgo, un activo estratégico de la nación venezolana, expone la profunda falta de transparencia de estos apátridas que hoy quieren tomar el poder.
La insistencia en solicitar sanciones económicas contra Venezuela ha tenido consecuencias devastadoras para la población. Lejos de debilitar al gobierno, las sanciones han exacerbado la crisis, limitando el acceso a medicinas, alimentos y otros bienes esenciales.
La oposición, cegada por una estrategia de presión maximalista, ha ignorado el impacto devastador de estas medidas en los más vulnerables. Es una política de tierra quemada que, lamentablemente, afecta a quienes se supone que deberían proteger.
Mientras tanto, el gobierno, a pesar de las dificultades económicas que afectan al país, ha podido sostenerse y avanzar de la mano del Presidente Nicolás Maduro, logrando preservar las misiones sociales y la inversión en infraestructura. Evidentemente con la ayuda de países aliados.
Es innegable que el chavismo ha logrado mantenerse pese a estos ataques criminales. Esto resalta una vez más, la ineficacia de la estrategia opositora. Además desnuda las acciones antinacionales de una oposición apátrida que pide no solo sanciones criminales, también invasión y bombardeo, es la política de la muerte, ejemplos tenemos muchos, he allí medio Oriente que hoy se encuentra en una encrucijada de la enmascarada democracia que pretende vender EEUU. Frente a una invasión genocida y robo de recursos y perdida de Soberanía.
Consejo.
La oposición seria de este país debe realizar una profunda autocrítica, abandonar la estrategia de las sanciones, que ha resultado contraproducente, y abordar los problemas internos de corrupción y falta de unidad. Debe dejar de lado la retórica beligerante y convertir propuestas concretas si quiere convencer a sus seguidores priorizando el bienestar del pueblo venezolano por encima de cualquier interés político partidista. De no hacerlo, continuará siendo parte del problema, en lugar de ser parte de la solución, y el naufragio se hará cada vez más profundo.
Final.
El pueblo venezolano merece vivir en Paz y por el accionar político de esta oposición a mi no me queda ninguna duda que la paz la garantiza el presidente Nicolás Maduro, quien también debería hacer una retrospectiva avanzar hacia los errores cometidos, en términos económicos, la revalorización del sueldo, es un punto clave para avanzar, y precisamente asomó en una entrevista el primero de enero su intención hacia ese sentido, en mi opinión se debe ir pensando hacia el aumento del sueldo y poco a poco abandonar las políticas de los bonos, ya que no tienen incidencia sobre prestaciones sociales.