Julio Ramos
En un evento arraigado en la tradición del sector 12 de Octubre en Valle de la Pascua, los vecinos se congregaron una vez más para presenciar la quema simbólica de Judas, una costumbre que se ha mantenido viva durante 17 años, originalmente a cargo de Modesto Prado y actualmente dirigida por su hijo Sadín Prado, en la cual participa activamente toda la comunidad.
Sanin Prado, uno de los organizadores del evento, destacó la importancia de esta quema de Judas como una representación simbólica del contexto histórico de la traición a Jesús de Nazaret y el rechazo hacia este acto de traición que culminó con la crucifixión del hijo de Dios.
Este acto no solo se interpreta como un recordatorio de la traición, sino también como un momento de reflexión sobre la lealtad y la fe en las creencias que guían a la comunidad.
La quema de Judas no solo es un ritual tradicional, sino también una oportunidad para reunir a vecinos y amigos en un ambiente de celebración y comunidad.
Cada año, esta manifestación cultural se convierte en un punto de encuentro para fortalecer la identidad del sector 12 de Octubre y promover la unión entre sus habitantes.
La lectura del testamento de Judas, estuvo a cargo de el líder de comunidad José Sotillo, quien detalló a quien Judas le dejaba todas sus pertenencias,
Deilyn Seijas, habitante de el sector manifestó que va en familia para que sus hijos conozcan el significado histórico del personaje de Judas en Semana Santa, que a través de sus acciones derivaron en la muerte de Jesús.
Este evento, lleno de simbolismo y tradición, continúa siendo un momento especial para la comunidad de Valle de la Pascua, donde se fusionan historia, fe y convivencia en una celebración que perdura a lo largo del tiempo.