La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado que se encuentra en alto riesgo debido a la creciente expansión del dengue en todo el mundo. En el año 2023, se registraron un alarmante 80% de los casos en América, seguidos por las regiones del sur y este de Asia como las más afectadas.
Según los informes de la OMS, se han reportado más de cinco millones de casos de dengue en todo el mundo, con un registro de aproximadamente 5.000 muertes. Estas cifras preocupantes demuestran la urgencia de tomar medidas para abordar esta enfermedad que representa una amenaza para la salud pública global.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, y su expansión ha sido facilitada por factores como el cambio climático, la urbanización descontrolada y la falta de control adecuado de los mosquitos transmisores. Estos factores han permitido que el dengue se propague rápidamente, afectando a comunidades enteras y aumentando el riesgo para la población en general.
La OMS ha lanzado un llamado a la acción para que los países redoblen sus esfuerzos en la prevención y control del dengue. Se requiere una respuesta integral que incluya programas de educación en salud, promoción de medidas de eliminación de criaderos de mosquitos, fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica y mejora del acceso a diagnóstico y tratamiento.
Es importante destacar que el dengue es una enfermedad prevenible y tratable. Sin embargo, su impacto puede ser devastador si no se toman las medidas adecuadas. La OMS insta a los países a fortalecer sus sistemas de salud y a asignar recursos adecuados para combatir esta enfermedad.
La expansión del dengue es una preocupación global y requiere una respuesta coordinada a nivel internacional. La colaboración entre los países, la OMS y otras organizaciones de salud es fundamental para enfrentar este desafío y proteger la salud de la población mundial