El seco y perturbador sonido del balazo alertó a todo el vecindario de la calle 47 casa 21 de la tercera etapa de la urbanización San Felipe, en el municipio San Francisco.
A las 6:00 de la tarde del lunes 20 de mayo, Francys Madueño Rumbos, de 16 años, cayó desplomada en el interior de la vivienda. A su lado quedó su primo, otro adolescente.
Hacía minutos, Francys había llegado a la casa y vio a su primo, quien en el cinto de su short tenía dos chupetas. Los dulces llamaron la atención de la jovencita quien fue a pedirle uno.
El primo, también de 16 años, le negó la chupeta y la chica se le fue encima. El joven también tenía un revólver y ninguno de los dos vio en el arma un peligro.
Francys, en su inocencia, quiso forcejear con su pariente para hacerse de una chupeta, pero la tragedia acabó con lo que ella pensó era un juego: del revólver salió el balazo que impactó en la cabeza de la chica.
“Ese revólver tenía años guardado y hace poco lo sacaron para limpiarlo. Nadie notó que le quedaba un proyectil”, decían la mañana de este martes 21 de mayo los parientes de Francys.
El balazo alarmó a la familia y al vecindario. La adolescente fue llevada de emergencia al Hospital Noriega Trigo, pero ingresó sin signos vitales.
La víctima estudiaba en el liceo Pedro Camejo. Su padre, Francisco Madueño, hace 15 días se fue a Perú y su mamá, Lilibeth Rumbos, estaba gestionando los papeles para viajar también.
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