Este martes, Irán ha advertido a Estados
Unidos sobre el posible fin de las exportaciones de petróleo del golfo
Pérsico, si Teherán se ve privado de la posibilidad de suministrar sus
hidrocarburos a mercados extranjeros, informa la agencia Tasnim haciendo
referencia a declaraciones del presidente iraní, Hasán Rohaní.
“Estados Unidos no podrá detener la
exportación de petróleo iraní y debe saber que si se impide que Irán
venda su crudo, ningún petróleo se exportará desde el golfo Pérsico”,
aseguró Rohaní.
A finales de noviembre, Rohaní ya había
anunciado que la República Islámica continuaría exportando petróleo a
pesar de las sanciones impuestas por EEUU, después de que Washington se
retirara del Plan de Acción Integral Conjunto el pasado mayo, ya que
EEUU “había fracasado” en su intento de detener el comercio de crudo
iraní.
El mandatario tachó las medidas
punitivas de Washington de una guerra psicológica condenada al fracaso,
porque “excepto el régimen sionista [Israel] y algunos países de la
región, ningún otro respalda la presión norteamericana sobre Irán”.
Además, Rohaní señaló que EEUU concedió exenciones temporales a ocho
importantes compradores del petróleo iraní y declaró que las políticas
regionales estadounidenses “han fracasado desde Afganistán hasta Yemen y
Siria”, aunque la Casa Blanca culpa de ello a Irán.
Eludir las sanciones
La Unión Europea, Francia, Alemania,
Reino Unido, Rusia y China han intentando encontrar distintas vías para
eludir las sanciones norteamericanas. En particular, Bruselas ha tratado
de establecer una entidad con fines especiales (SPV, por sus siglas en
inglés) para comerciar con Teherán sin emplear dólares. Aunque querían
que estuviera lista para este mes, ninguna nación se ha ofrecido a
albergarla.
El viceministro del Petróleo de Irán,
Amir Hossein Zamani Nia, comentó que “Francia podría hospedar el SPV”,
mientras que el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Bahram
Qasemi, declaró que Teherán espera que la UE implemente ese organismo lo
más pronto posible y recordó que su país “se adhiere a sus compromisos
en la medida en que otros signatarios cumplen los suyos”.
La Cancillería de Francia, Jean-Yves le
Drian, no mencionó esta iniciativa, mientras que el Ministerio de
Finanzas galo indicó que aún no se ha tomado ninguna decisión,
pero todas las opciones están sobre la mesa. Por su parte, Washington ha
advertido que los bancos y empresas europeas que participen en ese
proyecto corren riesgo de sufrir sanciones.
(RT)