Con informacion de Rt
Un equipo internacional de científicos, dirigido por la Universidad
Tecnológica de Nanyang (Singapur), ha publicado este 10 de mayo en la
revista estadounidense Science un estudio sobre las consecuencias geológicas de la última prueba nuclear de Corea del Norte, que tuvo lugar el 3 de septiembre de 2017.
Los
investigadores utilizaron los datos recopilados por dos satélites: el
alemán TerraSar-X y el japonés ALOS-2. Usando el método conocido como 'radar de apertura sintética',
los científicos llegaron a la conclusión de que tras la prueba nuclear
efectuada en el polígono subterráneo de Punggye-ri, localizado dentro
del monte Mantap, la estructura de la montaña sufrió graves daños, lo
cuales podrían provocar su derrumbe.
La prueba de la bomba de hidrógeno norcoreana se efectuó en dos etapas, por lo que los sensores sísmicos registraron dos temblores consecutivos posteriores a las explosiones: de magnitud 6,3 y 4,1. Estos hechos provocaron el desplazamiento del monte Mantap: la montaña se movió hacia el sur unos 3,5 metros y se contrajo unos 50 centímetros, indica el estudio.