En el trópico, una de las frutas que nunca falta en nuestra mesa es el mango. Maduro o verde, es un manjar ante nuestro paladar. Aunque sea una delicia gastronómica, también posee infinitos beneficios que compartiremos a continuación, reseñados por el portal
Mejor con salud:
- Antioxidante y laxante
Gracias a su alto contenido en Vitaminas A y C, y a sus ácidos málico y palmítico, el mango es una fruta muy antioxidante que nos ayuda a protegernos de enfermedades cardíacas, las alergias o el cáncer. Una pieza de 100 gramos de mango contiene 36.4 gramos de vitamina C, lo que corresponde al 61% de las necesidades diarias de esa vitamina.
La fibra del mango junto a la fructosa que tiene facilita el tránsito intestinal y actúa como un laxante natural, previniendo así el estreñimiento de una manera fácil y eficaz.
Bajar de peso
El mango contiene un 83 % de agua, y a pesar de su sabor dulce nos aporta pocas calorías y azúcares fácilmente asimilables. Por ello, el mango es una fruta recomendable para estar presente en dietas de adelgazamiento para tomar tanto en el desayuno como en el tentempié, satisfaciendo la sensación de saciarnos, proporcionando una elevada cantidad de agua y evitando la ingesta de calorías y grasas innecesarias.
Rico en minerales
El mango nos aporta también gran cantidad de minerales, lo que nos puede ser beneficioso para curar ciertas enfermedades. Algunos de los minerales que nos aporta el mango son:
Hierro: Este mineral es esencial para nuestro organismo, previene la fatiga y nos ayuda a fortalecer las defensas contra enfermedades.
Cobre: Beneficioso para el color y la aparición del pelo.
Magnesio: Nos protege de enfermedades cardiovasculares, del estrés o de los dolores menstruales.
Calcio: Uno de los minerales más importantes para la formación de los huesos.
Gracias a su alto contenido en hierro, el mango resulta muy beneficioso para la prevención de la anemia. Además, dado que el mando tiene también un alto contenido en vitamina C, nos facilita la absorción del hierro.
Cómo comer el mango
El mango se consume tanto solo como en ensaladas y jugos. La piel del mango no se come, para consumirlo fresco se debe pelar. Dado que el mango es una fruta muy resbaladiza, se recomienda pelarlos cortando la fruta a la mitad y separando la pulpa de la piel con una cuchara grande.