Orlando Machado “Me siento feliz de poder construir instrumentos”
Julio Ramos
Orlando Rafael Machado, es nativo del caserío Santa Rosa de Pardillal, zona rural perteneciente al municipio Infante, desde hace catorce años elabora instrumento musicales, este luthier Infantino, no tuvo maestros, según sus palabras, nació con ese “don” el cual ha perfeccionado con el pasar de los años, nos cuenta con mucha humildad que; de mucho le han servido los consejos y orientaciones de expertos con amplia experiencia en el mundo musical y que su vocación nace del amor al llano a su música y a las costumbres que desde pequeños se les fueron inculcando en su entorno familiar.
Orlando, ¿de dónde nace esa cualidad de fabricar instrumentos musicales?
Desde mi niñez me llamó la atención la elaboración de instrumentos musicales cuando niño mi primera creación fue una Maraca y de allí en adelante fui perfeccionando la técnica, se tiene que tener mucha inventiva sobre todo querer hacer las cosas bien.
¿Que sientes cuando fabricas un instrumento musical?
Para mí la transformación de la madera para dar vida a instrumentos musical es una magia toldo lo que haces con tus manos debes realizarlo con cariño y esmero ver la transformación y los toque finales hasta llegar a la culminación me satisface de manera plena cada uno de mis instrumentos forma una pieza unida me siento feliz por lo que hago.
¿Cada instrumento es único?
Cuando construimos de manera artesanal “con nuestras manos” todo tiene un toque especial yo diaria mágico, es como tus hijos todos son tus hijos pero cada uno de ellos tienen algo diferente algo que las distingue uno del otro, a mi criterio así son mis instrumentos, esa es la diferencia entre la fabricación manual y la industrializada que todo sale idéntico y en serie por decirlo de alguna manera.
Este artista, nos cuenta que el mayor deleite es escuchar un arpa o un cuatro usados por niños y grandes personalidades de la música venezolana, estos son realizados por encargo desde todas parte de Venezuela, principalmente hacia la cuidad de Maracay, donde hay una gran cantidad de llaneros ya que la cuidad tiene una gran cantidad de locales donde la música llanera es su principal atractivo.
La situación económica y la escases por la .cual atraviesa el país también afecta a este Lutier, en cuanto a la adquisición de los materiales utilizados a pesar de ser construidos todos ellos de maderas autóctonas, tales como, el caro. Pero además amerita pega, pintura para los acabados, cuerdas que en su mayoría son importadas, y otros materiales que dificulta su trabajo aun así él sortea todas estas dificultades y sigue trabajando en su pequeño taller donde el polvillo, y aserrín se ve por doquier.
Con relación a este tema comentó: que en el mercado se adquieren sin problema pero acotó que recientemente los incrementos han sido exorbitantes, con respecto a años anteriores, pero eso no aminora su disposición de seguir trabajando la madera y seguir construyendo el arpa, cuatro y maracas.
Este joven vallepascuense forma parte del Sistema Nacional de Cultura donde imparte clases de joropo y canto, donde gracias a sus enseñanzas, niños y niñas han obtenido premios en relevante eventos de música llanera nacional e internacional “el ser maestro es una satisfacción enorme ya que el que enseña aprende dos veces” reflexiona….
Para concluir, este baluarte de la cultura artesanal nos transmitió sus deseos a futuro, que serían, tener una sala de exhibición donde pueda mostrar sus trabajos para el deleite de todos los vallepascuenses y visitantes de La Princesa del Llano.