Ser Madre Soltera
Por: Deisy Viana
En la víspera de un día tan esperado, reflexiono sobre el arduo camino recorrido. Mi hija defiende su tesis para recibir su título universitario como Ingeniero Químico, un logro que atesoro en mi corazón como si fuera mío. Cada paso que ella ha dado ha sido un reflejo de los sueños y sacrificios que he hecho como madre donde me he esforzado por guiarla y acompañarla mientras ella, ha sido mi mayor motivo de inspiración para seguir adelante en el camino que transita una madre soltera.
Sí, madre soltera ¡nada fácil! Es enfrentar juicios, críticas, pronósticos negativos y muchos estigmas; pero cada día vivido es una batalla que se libra con dignidad y fortaleza cuando te sustentan valores sólidos. Trabajar para proveer a los hijos, mientras se continúan estudios para lograr el desarrollo profesional, es un desafío constante. Muchas veces, una se termina olvidando de sí misma para asegurarse de que los hijos tengan lo necesario para prosperar, puedo dar fe de ello.
A lo largo de mi trayectoria profesional en el ámbito social, he enfrentado casos difíciles, pero ninguno tan doloroso como defender a niños y niñas de quienes deberían protegerlos: sus propios padres. No comprendo cómo alguien puede abandonar física o emocionalmente a sus hijos. Esta realidad me hizo valorar aún más mi rol como madre, ¿cuántas veces después de ver tantos muchachitos maltratados llegué a casa desesperada por abrazar a la mía y hacerle sentir que siempre estaría para protegerla?
Déjame contarte que alguien me propuso pagar para "comprarle un cupo" para ingresar a la universidad, cosa a la que me negué rotundamente a pesar de las críticas; buscamos asesores, libros, cursos de nivelación y así logró aprobar por sus propios méritos todas las pruebas de admisión y se demostró que sí podía.
Hoy, al ver a mi hija superar tantas adversidades desde su ingreso a la universidad, los niveles de exigencia de tan difícil carrera, los constantes viajes, las carencias, las interrupciones académicas, los problemas económicos y políticos del país, la pandemia y tantos desafíos, me siento inmensamente orgullosa. Su resistencia, espíritu resiliente, constancia y disciplina son cualidades que admiro profundamente.
Como padres, nuestro deber es ser ejemplo y apoyo para nuestros hijos, sin esperar agradecimientos porque el amor incondicional es la ley de la vida y nuestra misión. Por ello, en los momentos de soledad y dificultad, cuando la distancia aturde, una madre eleva una oración silenciosa por sus hijos, confiando en que Dios los guiará y protegerá, pero además los instruye con el argumento más convincente: el buen ejemplo.
Ser madre soltera es un reto, pero no es excusa para no soñar un porvenir brillante para los hijos, ni obstáculo para planificar, alcanzar las metas personales con esfuerzo y dignidad. Viene a mi mente el Salmo 127:3: "He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre."
Por eso debemos recordar que los hijos son un regalo divino, y su éxito es solo el reflejo del amor y la dedicación de sus padres. Que cuando toque rendir cuentas delante del Creador por los talentos entregados podamos ser hallados fieles en la administración de tan bello don; mientras tanto, a seguir avanzando y alcanzando peldaños, atesorando con orgullo los logros de nuestros hijos como si fueran propios, no importa si eres madre soltera, haz del fruto de tu vientre tu razón de ser y tu mayor motivación.
@dejamecontarte1