¡CUIDADO! Ladrones de Identidad
Por: Deisy Viana
¿Sabías que hay mucha gente deseando ser tú? Nunca me había puesto a analizar esto hasta que alguien tomó mis datos y mi foto de perfil de una de mis redes para usurpar mi identidad. De esta manera publicó algo con lo que infringió las normas de la red social y mi cuenta fue suspendida. Ahora pregunto: ¿Realmente alguien puede robar la identidad de otra persona? ¿Qué es la identidad?
Tu identidad es una, aunque desees ser otra persona o ambiciones el rol que alguien más desempeña. Somos únicos en esencia y cada quien cuenta con una identidad propia.
La identidad es un concepto complejo que define quiénes somos. No se trata solo de un nombre, un rostro, o un número de identificación, sino de un tejido complejo tejido con nuestras experiencias, valores, creencias, relaciones y aspiraciones.
Para comprenderlo mejor tratemos de explicar ¿Qué define a una persona? La respuesta es multifacética. Nuestra identidad se forja a través de la interacción con el mundo desde el momento de su nacimiento, desde la familia y cultura hasta las experiencias personales y decisiones. La carga de valores que recibimos de nuestro entorno juega un papel crucial en la construcción de nuestra identidad. Estos valores nos guían en nuestras decisiones, moldean nuestras creencias y determinan cómo nos relacionamos con los demás.
Entonces ¿Puede alguien robar la identidad de otra persona? Sí, en el sentido literal, alguien puede robar información personal como el nombre, la fecha de nacimiento o el número de seguridad social, y demás información personal, así como el perfil de una red social. Sin embargo, la identidad profunda, la que reside en nuestro interior, es intransferible. Nos forjamos una personalidad, nadie puede robar nuestra esencia, nuestros valores o nuestras vivencias.
Pero ¿Qué relación hay entre la identidad y la personalidad? Pues, la personalidad se refiere a los rasgos y características que nos hacen únicos, mientras que la identidad es la percepción que tenemos de nosotros mismos en relación con el mundo. La personalidad es el "qué" y la identidad es el "quién" es lo que nos hace ser auténticos.
La autenticidad con respecto a la identidad, significa vivir en consonancia con nuestros valores y creencias, sin pretender ser alguien que no somos. La autenticidad nos permite vivir con integridad y construir relaciones genuinas. O sea que cuando deseas ser alguien que no eres o usurpas la identidad de alguien más aniquilas tu autenticidad.
Miro lo sucedido con mi cuenta y analizo episodios ocurridos en mi vida así como en personas cercanas y me preguntó ¿Puede la identidad de alguien despertar la envidia de los demás? Creo que sí, la envidia puede surgir cuando alguien percibe que otra persona posee cualidades o logros que él o ella desea. La psicología explica este comportamiento como un mecanismo de defensa que busca compensar la propia sensación de inferioridad. Entonces, la gente en vez de ocuparse en sí misma, en estudiar, aprender, ser humildes y honestas prefieren codiciar las virtudes ajenas y seguir hundidos en su baja autoestima.
Por todo esto es importante cultivar la autoconciencia, reflexionar sobre nuestros valores, fortalecer nuestras relaciones y buscar experiencias que nos enriquezcan, ejercer acciones que nos ayuden a cuidar nuestra identidad para no caer en la trampa de los ladrones de identidad.
La Biblia nos recuerda que somos creados a imagen y semejanza de Dios, lo que implica que tenemos un valor intrínseco y una identidad única tal como lo evidencian nuestras huellas dactilares. También nos enseña la importancia de vivir con integridad y autenticidad, reflejando el carácter de Dios en nuestras vidas. De todo tomar lo bueno y rechazar lo malo, hoy rechazo lo malo y transformo esta situación injusta que viví en un aprendizaje más, sano mi corazón y perdono a quien por sus razones busque mi mal, y solo le pido a Dios que los perdone porque no saben lo que hacen.
En definitiva, no temas que traten de robártela, la identidad es un viaje continuo de autodescubrimiento y crecimiento. Es un edificio que se va construyendo a lo largo de la vida, con cada experiencia, cada relación y cada decisión que tomamos. Mientras tanto, sigo andando, construyendo, soñando, riendo, aprendiendo, evolucionando; déjame contarte que mi identidad es y será porque gracias a Dios soy la que soy.
@dejamecontarte1