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Jonnny, el Periodista sin ética: Una burda tragedia 

Julio Ramos 

Historia ficticia sin daños a terceros..

Sinopsis

 Johnny, un periodista sin ética en Valle de la Pascua, busca la fama y el dinero a través del sensacionalismo. Manipula un escándalo para destruir a quien se le atraviese, pero su engaño es descubierto y su reputación se arruina. La historia es una crítica a la prensa amarillista y un recordatorio a la ética.

 

Jonnny, con su sonrisa de dientes amarillentos y su corbata desabrochada, era un periodista del tipo que buscaba el escándalo a cualquier precio. Su oficina, un cubículo con un escritorio de segunda mano, olía a café rancio a sueños rotos y deseos desvencijados.

No le importaba la verdad, ni la ética, ni la decencia. Jonnny, era un maestro del amarillismo, un experto en distorsionar la realidad para ser leído por todos. Su lema era: "Si sangra, vende".

En Valle de la Pascua, su fama lo precedía. Todos lo conocían como "Jonnny el Petulante", un hombre que se aprovechaba de la desgracia ajena para hacer fortuna. Sus historias eran un cóctel de rumores, chismes y especulaciones, aderezadas con un toque de veneno.

Un día, un nuevo escándalo sacudió la ciudad. Un diputado , un hombre conocido por su arrogancia y su corrupción, fue acusado de malversación de fondos públicos. La noticia llegó a oídos de Jonnny y sus ojos brillaron como monedas de oro.

De una se lanzó a la acción, como un buitre sobre un cadáver. Se acercó a la familia del diputado, les ofreció dinero a cambio de una historia escandalosa, y les prometió que su nombre quedaría manchado para siempre.

La familia, desesperada y humillada, aceptó. Jonnny se regocijó. Tenía la historia que necesitaba para disparar su carrera al estrellato en el pequeño pueblo. 

Publicó la historia en sus redes denominadas , "El Chisme", con rapidez la publicación se regaba como pólvora en redes sociales en los puestos de los semáforos y en los mercados, .todos hablaban de la burda historia  El diputado quedó envuelto en un escándalo que lo obligó a renunciar.

Jonnny, el Petulante, se sintió triunfante. Había logrado su objetivo. Había destruido a un hombre, había sacado a la luz la verdad (o al menos la versión de la verdad que él quería contar), y había ganado una gran cantidad de dinero.

Pero el precio de su triunfo fue alto. 

La familia del diputado, humillada y destrozada, huyó de la ciudad. Sus amigos y conocidos le dieron la espalda. El público, al darse cuenta de la manipulación de Johnny, le quitó la confianza. Sus compañeros periodistas lo despreciaban, y los editores de los medios de comunicación de la ciudad se negaban a publicar sus artículos.

Johnny, el Petulante, quedó solo. Su fama se había convertido en una maldición. Su sonrisa se desvaneció, sus dientes amarillentos parecían más oscuros que nunca, y su corbata desabrochada se había convertido en un símbolo de su derrota.

Jonnny, el periodista sin ética, había ganado la batalla, pero había perdido la guerra. Su nombre quedó manchado para siempre en la historia de Valle de la Pascua, y su historia se convirtió en un recordatorio para todos aquellos periodistas a diferencias entre información y las ancias de querer famosa con el amarillismo informativo....

Su historia no era una tragedia, sino una burda farsa, un espectáculo de manipulación y crueldad que terminó con el único perdedor: Jonnny, el Petulante, un periodista sin ética que se hundió en la oscuridad que él mismo había creado. Fin...

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