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Uniendo Esperanza, Solidaridad, Deporte y Turismo en 

 Por: Óscar Humberto González Ortiz

Recientemente, llevamos a cabo una acción social en las comunidades de Pozo Azul y Casco Central, en la población de Calabozo. Mientras nos dirigíamos hacia allí, el camino se vio interrumpido por una madre de patitos Wiriri que cruzaba con gracia el camino, acompañada por sus once crías, recordándonos la belleza de la naturaleza que nos rodea. A lo largo del trayecto, apreciamos los esteros que se fusionaban con el paisaje desplegado ante nuestros ojos. 

La vista de la imponente represa a lo lejos recordó la importancia de la ingeniería, luciendo armoniosa con el entorno, mientras que al lado derecho de la vía apreciamos una siembra de cachamas. A medida que el equipo se aproximaba a la entrada de la población de Calabozo, notamos las instalaciones del complejo turístico Los Chorritos, un lugar de recreación que contrasta con la serenidad de la plaza tricentenaria, testigo de historia y tradición en la localidad. 

Llamado irresistible

La combinación de historia, naturaleza y vida cotidiana en este lugar recuerda la diversidad que caracteriza a nuestro país, invitándonos a reflexionar sobre la construcción del futuro en esta bella región, en donde una propuesta tiene que ser el turismo.

Este viaje permitió apreciar parte de la belleza natural y cultural de Calabozo, inspirándonos a llevar a cabo acciones sociales que beneficien a sus comunidades; es importante realizar y promover el desarrollo social. Esta es la cuarta visita realizada. 

La acogedora comunidad de Pozo Azul limita con el sector Cruz del Perdón, y enseguida empezamos a respirar un ambiente de pasión por el fútbol y baloncesto. Llegamos a la Cancha «Alcides Salinas», donde un vibrante juego de futbolito está en pleno apogeo. Las paredes de la cancha están adornadas con un mensaje inspirador que reza: «Vamos a jugar y educar», clara muestra del espíritu de aprendizaje que impregna este lugar. En este día especial, los equipos locales como La Bloquera, Pozo Azul, El Rosario y MQV se congregaron para disputar emocionantes encuentros. 

Con el objetivo de apoyar su desarrollo deportivo, entregamos un juego de uniformes compuesto por catorce franelillas y cuatro balones de fútbol, gesto que busca impulsar la pasión por el deporte, fomentando la unión y el compañerismo entre ellos. Este gesto de apoyo representa una ayuda material, símbolo de esperanza y motivación para que estos jóvenes continúen avanzando en su camino deportivo, superando obstáculos con esfuerzo y dedicación. En medio de la emoción que se respira en la Cancha «Alcides Salinas», sembramos semillas de esperanzas y motivación que seguramente dará frutos en el futuro. 

En la emblemática cancha, más allá del bullicio de los partidos de fútbol, vivimos momentos de profunda humanidad y solidaridad, con la entrega de cinco dispositivos auditivos y la conmovedora donación de una andadera a la Sra. Aura de Tejada y un bastón de una punta al Sr. Eustaquio Carreño, gestos de ayuda material, que simboliza el apoyo hacia aquellos que más lo necesitan en la comunidad. 

Estos actos de generosidad transforman vidas individualmente, tejiendo lazos de empatía que fortalecen el tejido social, mejorando la calidad de vida de estas personas. Tras estas acciones, el equipo se dirigió hacia la comunidad Casco Central con una misión igualmente noble: llevar medicamentos al Consultorio Popular «Misión Los Ángeles». Estas labores de solidaridad son el motor que impulsa el progreso humano en su forma más pura, reflejando la importancia de brindar atención médica.

En el corazón de la comunidad de Casco Central, el equipo continuó su labor, visitando el consultorio homónimo, lugar de importancia para la atención médica de los habitantes del sector. La donación de medicamentos representó un gesto de solidaridad y un compromiso con la salud de la población local. 

En el Consultorio conocimos a la Sra. María Adelaida Betancourt, quien recibió una silla de ruedas para mejorar su calidad de vida; ahí estaba su hijo José quien expresó la importancia de brindar apoyo a aquellos que enfrentan desafíos físicos en su día a día. En este mismo lugar, la Sra. Ytelia Hernández fue beneficiaria de un bastón. Sus bendiciones las agradecemos mucho.

Posteriormente, el equipo se trasladó a la sede de Melódica 93.1, espacio emblemático donde convergen la música y la historia. Allí tuvimos el privilegio de encontrar a los distinguidos historiadores, el Prof. José Aquino y la Lcda. Carmen Delgado, quienes compartieron sus conocimientos y enriquecedoras experiencias con fascinantes referencias históricas. Estos encuentros fortalecen los vínculos entre las generaciones presentes y pasadas, creando puentes que enriquecen la comprensión del entorno que nos rodea. 

En cada paso dado por este equipo comprometido con el bienestar comunitario, se tejen redes de solidaridad, conocimiento y empatía que impulsan el crecimiento colectivo fortaleciendo los lazos que nos unen como sociedad. Cada gesto, cada palabra compartida y cada acto de solidaridad contribuyen a construir espacios más humanos, donde el cuidado mutuo es la piedra angular sobre la que se edifica un futuro para todos.  

Que estas semillas sembradas en las comunidades de Pozo Azul, Casco Central y Melódica 93.1 florezcan en un jardín de esperanza y fraternidad.


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