Tiempos de Crisis: Más Allá de Ser Jefe, Gerente o Líder
Por: Deisy Viana
En momentos de crisis, la diferencia entre ser un jefe, un gerente y un líder se vuelve más evidente en todos los ámbitos. Cada uno de estos roles tiene un impacto significativo en la motivación del personal y en la eficiencia organizacional tanto pública como privada. La cotidianidad en el ejercicio de funciones y responsabilidades inherentes a un cargo puede permitir explorar esta perspectiva desde un enfoque psicosociológico cuando existe una visión bien definida que amplía la capacidad de hacer distinción entre el jefe, el gerente y el líder, entonces ¿Qué los Distingue?
Un jefe se centra en la gestión operativa. Define tareas, establece prioridades y evalúa el desempeño. Su autoridad proviene de su cargo, posición jerárquica o de personas de poder que les respaldan. El gerente es más amplio en su enfoque. Se ocupa de la planificación, organización y control. Su objetivo es lograr objetivos y mantener la eficiencia. Para ambos, la posición que les otorga autoridad es circunstancial, cuando la pierden se les acaba el poder. En cambio el líder va más allá. Inspira, guía y motiva al equipo. Su enfoque está en las personas y en la visión compartida. Es un catalizador del cambio y no requiere de un cargo o status para ejercer su liderazgo en ningún ámbito.
En tiempos de crisis económica, ser líder es un gran reto ya que esta persona debe motivar sin depender exclusivamente de incentivos económicos. La empatía, el respeto y el buen trato son cruciales así como demostrar interés genuino por la gente, interesarse en sus necesidades personales y en su desarrollo personal.
Reconoces a los líderes por su capacidad para fortalecer los valores organizacionales, para ello debe predicar con el buen ejemplo y a través de la coherencia entre sus palabras y acciones, esto es fundamental y se llama integridad.
¿Quién no ha Sido víctima del abuso de poder? esta conducta tóxica es muy común entre algunos jefes que abusan de su posición para intimidar, maltratar al personal o aprovecharse de ellos. Son personas que solo saben mandar y demandar pero no dan nada a cambio, incluso son capaces hasta de maltratar a su gente bajo la constante amenaza del despido si no cumplen las órdenes aunque éstas vayan en contra de sus funciones o de sus principios. El líder contrarresta esto con un enfoque humano y ético.
Existen grandes ventajas de liderizar sin miedo ¿Por qué?
Porque un líder es un estratega dedicado a formar otros líderes. Invierte tiempo en desarrollar a la gente aunque lo único que reciba sea la satisfacción del deber cumplido, por ello, no teme que sus seguidores se conviertan en líderes; al contrario, lo fomenta, los motiva, fortalece su autoconfianza, los ayuda a identificar sus virtudes y a superar sus debilidades.
Un líder sabe que Invertir en el personal es la clave. La formación y capacitación constante es capaz de transformar simples piedras en valiosos diamantes. Por ello, no tiene miedo a delegar funciones ni teme confiar, sabiendo que si su gente no logra los objetivos, estará ahí para implementar otras estrategias e innovar hasta lograr la meta.
No todo es trabajo, la integración y la recreación promueven la cohesión y el bienestar. Un equipo unido supera las adversidades, es leal, aporta ideas, coopera y está sumado a la visión corporativa. El compartir como familia contribuye a mejorar los nexos, la comunicación, disipa conflictos, fortalece la afectividad, el compromiso y el sentido de pertenencia.
Déjame contarte que no existe mayor ejemplo de liderazgo que las enseñanzas que se pueden obtener a través de las escrituras, porque hasta Dios confía en quienes se dejan guiar por Él, escrito está: "Porque yo sé los pensamientos que tengo para ustedes, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para darles el fin que esperan" (Jeremías 29:11)
En resumen, ser un líder auténtico en tiempos de crisis implica más que cumplir un rol, tener un alto cargo o jerarquía. Es una responsabilidad que trasciende la gestión, que se enfoca en las personas y su desarrollo integral, para inspirar, fortalecer el compromiso, la lealtad y dejar una huella como legado: el ejemplo de un liderazgo que transforme y trascienda para transformar los tiempos de crisis en oportunidades.