CACERÍA EN EL MAR. BATALLA NAVAL DEL LAGO DE MARACAIBO.
24 DE JULIO DE 1823 – 24 DE JULIO DE 2024.
POR: LCDA. MARLIN VILLALOBOS.
HISTORIADORA.
Definitivamente el mes de julio es el mes de dos grandes acontecimientos, para nuestro país Venezuela, ambos hechos ocurridos en fechas iguales pero, diferentes años, el primero, es el nacimiento del hombre de mayor influencia y de transcendencia universal, después de Jesucristo ¡claro esta! Simón Bolívar, el 24 de julio de 1783, quien logro derrotar al “Poderoso león español del siglo XIX”, el segundo; acontecido en el contexto de las guerras de independencia el 24 de julio de 1823, el cual viene a resolver de manera definitiva un problema que no logro resolverse en la Batalla de Carabobo el 24 de Junio de 1821.
La Batalla Naval del Lago de Maracaibo, fue la más importante del continente americano y es sin lugar a dudas un relato épico excepcional del proceso de independencia, toda una lucha de emancipación. Es importante destacar, que una de las cosas en que ha insistido la historiografía oficial es que cuando ocurre la Batalla de Carabobo se consolida la independencia definitiva. Aunque en Carabobo el 24 de junio de 1821 se logra un golpe muy duro al imperio español con el 70% del territorio liberado por la acción extraordinaria en manos del ejército libertador, aún quedaban rastros del yugo en el territorio, pero según algunos historiadores del Centro Nacional para la Cultura como Juan Rincón no significaba la derrota definitiva ni la aceptación de la derrota española.
Desde Carabobo hasta la Batalla Naval del Lago Maracaibo ocurrieron muchos hechos transcendentales, hubo aproximadamente 60 combates hostiles, incluso en el mar y es así como para 1823 Maracaibo que había declarado la independencia en 1821 cae en manos del control realista. Fue una Batalla Naval por el control de Maracaibo y el acceso al golfo de Venezuela, lo que obliga a replantear una nueva estrategia. Simón Bolívar está en el Pasto al Sur de Colombia preocupado por el futuro de Venezuela y Maracaibo y es que lo mejor del ejército español que llega en 1815 con Pablo Morillo quedo concentrado en Puerto Cabello. Bolívar presumía que con la Victoria obtenida en Carabobo, la caída de Puerto Cabello, y la capitulación de los españoles, iba a hacer de inmediato, pero eso no fue así.
De igual manera, según el historiador Juan Rincón del ya mencionado Centro Nacional de la Cultura, El Libertador Simón Bolívar, deja evidencias de su preocupación , la cual fue de tal manera que envió una misiva al General en Jefe Rafael Urdaneta y al General Mariano Montilla de la Armada de Venezuela y la Gran Colombia, ordenándoles de forma perentoria recuperar Maracaibo, por su importancia para el triunfo total de la cruzada que buscaba unir a América.
Por todo lo anteriormente expuesto, se demuestra que no hubo rendición o aceptación de la rendición, ni derrota definitiva con Carabobo por parte de los españoles. Es así, como el Capitán General Francisco Tomas Morales desata desde mediados de 1822 una ofensiva que coloca en dudas a Bolívar que ya estaba luego del triunfo de Carabobo en la Campaña del Sur, situación que preocupa muchísimo más porqué se tiene el dominio del Río Orinoco, pero tener Maracaibo y al Río Orinoco le daba la posibilidad de converger y tomar el control para poder emprender la Campaña del Sur ya que Maracaibo era fundamental para tener el control del mar, el control del Caribe y movilizar las tropas para llevar a cabo la mencionada Campaña.
El 24 de julio de 1823, se libró la Batalla Naval de Lago de Maracaibo entre las escuadras del Almirante neogranadino José Prudencio Padilla, de parte de los patriotas y las del Comandante español Ángel Laborde y Navarro. Las aguas, serenas del Lago de Maracaibo y el peculiar Relámpago del Catatumbo en el estado Zulia, fueron testigos de un enfrentamiento épico en donde el humo de los cañones, el movimiento intenso de las aguas del mar, y el choque de las velas de los barcos accionadas por un viento impetuoso, sellaría en tres horas y medias la independencia absoluta de Venezuela, logrando la capitulación del último General español Francisco Tomas Morales el 3 de agosto de 1823, gracias a la sabiduría y la voluntad de Dios Todopoderoso a través de hombres como Bolívar, Padilla, Santander, Montilla, pero también de mujeres como las jóvenes espías valientes, Ana María Campos y la costurera Domitila Flores, siendo el relato protagónico de estas últimas: otra interesante historia.
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