Mi discapacidad temporal
Oscar Humberto González Ortiz
Es importante comprender que ninguna persona debe ser objeto de discriminación por razones de discapacidad, ni ser desatendida, abandonada o desprotegida por sus familiares o allegados, basándose en argumentos relacionados con su condición discapacitante.
¿Debemos como sociedad, estimular entornos en el que todas las personas, independientemente de sus capacidades, sean valoradas y respetadas? La respuesta afirmativa es imprescindible. Esto implica la eliminación de barreras físicas, incluye la superación de barreras sociales y actitudes discriminatorias que limitan el pleno desarrollo de individuos con discapacidad. Es fundamental hacer cumplir los mecanismos legales que garanticen la protección integral de las personas con discapacidad, evitando así su desamparo.
Se requiere promover ambientes de solidaridad que fortalezcan lazos comunitarios, fomentemos el bienestar colectivo, promoviendo mayor comprensión sobre las necesidades de las personas con discapacidad. Esto permitirá construir una sociedad más inclusiva, donde valoremos la contribución única que cada individuo puede ofrecer, independientemente de sus habilidades físicas o mentales.
Todos tenemos que contribuir a que se respeten los derechos fundamentales de todos los seres humanos, sin importar su condición, promoviendo la inclusión y orientando acciones para erradicar la discriminación.
El peso y valor de la experiencia
La motivación de escribir estas líneas fue la lesión sufrida hace seis meses, cuando participaba en una actividad deportiva y otro jugador impactó su rodilla contra mi pierna derecha; producto de ese impacto sufrí ruptura total del cuádriceps, traduciéndose esta experiencia en un proceso de aprendizaje significativo.
El impacto de esa lesión deportiva fue transformador, ya que comprendí las dificultades que enfrentan diariamente las personas con discapacidad. A partir de esta vivencia, adquirí una perspectiva profunda como empática hacia las realidades de aquellos que lidian con limitaciones físicas en su día a día. Durante el proceso de recuperación, aprecié la importancia de la empatía y el apoyo mutuo.
Esta prueba para superar, que llamé aprendizaje, me mostró con experiencias propias, la importancia de promover la igualdad de oportunidades para aquellos que enfrentan estos desafíos de vida en condiciones que no son temporales. Además, al atravesar este proceso, logré reconocer el valor del esfuerzo y la determinación en la superación de obstáculos.
Durante el proceso de recuperación, también experimenté situaciones que enfrentan las personas con discapacidad en su vida diaria; por ejemplo, al ir a un supermercado, caminando con las muletas, sentí la situación de ser atropellado por otro cliente, esta persona ni se inmutó por el incidente y mucho menos ofreció una disculpa, hecho que muestra la falta de respeto, y consideración hacia aquellos que tienen limitaciones físicas.
De igual modo, aprecie en un sinnúmero de oportunidades, cómo los espacios designados para personas con discapacidad estaban ocupados por individuos completamente sanos, lo que evidencia la necesidad de crear conciencia por las normativas; es una acción que describo como un tipo de grosera viveza.
Asimismo, en otras oportunidades al acudir a la caja exclusiva para personas con discapacidad, observe la ausencia del cajero, lo cual lleva a cuestionar la conducta de los propietarios de mercados por no entender acerca de la importancia de garantizar servicios accesibles para todos. Estas experiencias orientan a ejercer acciones sobre la necesidad de sensibilizar a la sociedad en general y los establecimientos comerciales en particular, sobre la necesidad de respetar los servicios destinados a personas con discapacidad.
En un sinfín de ocasiones, presencié cómo las personas con discapacidad esperaban transporte… pero ¡sorpresa!… los vehículos no se detienen para permitirles abordar. En otras ocasiones viví como jóvenes y adultos realizan amenazas físicas o verbales a estas personas, lo que algunos expertos expresan con el termino bullying. ¿Dónde está el respeto hacia las personas con discapacidad?
Colaborar no cuesta mucho
Nadie está exento de enfrentar una prueba de vida que le proporcione una discapacidad; por lo tanto, es importante resaltar la urgencia de que como sociedad unamos esfuerzos para exigir el cumplimiento de los derechos de las personas con discapacidades. Cada ser merece respeto, dignidad y oportunidades equitativas, siendo responsabilidad de todos velar por ello.
A veces, el simple gesto de comprender puede ayudar en la vida de alguien, es imprescindible recordar que el apoyo no tiene que ser costoso ni complicado; a menudo, se requiere comprender las experiencias de los demás, para poder abrir nuestras mentes a nuevas perspectivas promoviendo un sentido de comunidad, tratemos de mostrar empatía y solidaridad, la discapacidad no define a una persona; es sólo una parte de su experiencia.
La diversidad es un pilar fundamental de la sociedad, y las personas con discapacidad aportan una riqueza única a nuestra comunidad, reconocer la diversidad de las personas que conviven diariamente con discapacidades, enriquece a todos, promoviendo entornos inclusivos donde cada individuo se sienta aceptado y valorado.
La empatía es la clave para construir puentes entre personas con y sin discapacidad. Al ponerse en los zapatos del otro, fomentamos la comprensión disipando prejuicios.
Dios oriente nuestras acciones para que seamos más humanos, que cada gesto de bondad sea como un rayo de luz en el camino de quienes enfrentan desafíos debido a su discapacidad. Que nuestra compasión sea un reflejo del amor divino que nos impulsa a cuidar y proteger a nuestros semejantes.