EL LÉXICO DE LA POBREZA: Una Perspectiva Psicosociológica y Cultural
Por: Deisy Viana
¿Hasta cuándo esta pobreza? Es una pregunta que escucho frecuentemente. La gente está esperando que "la cosa se acomode", "que venga un cambio para salir de la pobreza" de lo contrario se irán a otro país "para lograr salir de la pobreza" pero, realmente ¿qué es la pobreza? ¿Dónde está la pobreza? ¿Cuál es su lenguaje?
La pobreza es un fenómeno complejo que trasciende la carencia económica. Es un estado mental, una cultura, y una actitud que se perpetúa a través del lenguaje y las interacciones diarias. Exploremos cómo el léxico de la pobreza influye en la mentalidad de las personas y en la sociedad en su conjunto.
Mentalidad de Pobreza y Conformismo
La mentalidad de pobreza es una trampa psicológica que lleva a individuos y comunidades a aceptar su situación sin cuestionarla. El conformismo, alimentado por la falta de visión de oportunidades, crea un ciclo de desesperanza. La cultura paternalista refuerza esta mentalidad, ofreciendo soluciones temporales que no abordan las causas subyacentes de la pobreza ni sus consecuencias
La Cultura Paternalista y la Actitud Quejumbrosa
Una cultura paternalista puede socavar la autonomía y la iniciativa. La dependencia de la ayuda externa fomenta una actitud quejumbrosa, donde la responsabilidad personal se desvanece y la culpa se externaliza.
Impacto Social de la Mentalidad Conformista
Cuando una población adopta una mentalidad conformista, el impacto social es profundo. La innovación se estanca, el crecimiento económico se ralentiza, y los problemas sociales se agravan. La mentalidad de pobreza conduce a una disminución de la participación cívica y a un debilitamiento del tejido social.
Superando el Pensamiento de Pobreza
Para superar la mentalidad de pobreza, es esencial adoptar una actitud proactiva. Esto implica reconocer el potencial individual y colectivo, innovar, reinventarse, buscar oportunidades de crecimiento y asumir la responsabilidad de cambiar la propia vida y la comunidad.
El cambio real comienza con el lenguaje y la actitud. "La lengua tiene poder de vida y muerte; los que la aman comerán de su fruto", así está escrito en el libro de Proverbios. Este versículo nos recuerda que nuestras palabras pueden construir o destruir. Al cambiar el léxico de la pobreza por uno de prosperidad y esperanza, podemos comenzar a transformar nuestra realidad.
Urge el despertar de las conciencias, repensar la realidad desde la individualidad, identificar y construir oportunidades desde la adversidad, valorar cómo hablamos sobre la pobreza y cómo esta conversación moldea nuestra mentalidad y nuestras acciones. Es hora de adoptar un léxico que empodere e inspire a superar las barreras mentales que nos limitan, un saltó a la prosperidad se logra trabajando desde el interior, desde la individualidad, déjame contarte que esperar que "la cosa cambie" es perder el tiempo.