Según Fantinel, la superficie de siembra de maíz amarillo experimentó una reducción del 7 % en comparación al año anterior, rondando cerca de las 350 mil hectáreas. Esta merma en la producción de maíz blanco fue aún más evidente, pasando de 720 mil toneladas en 2022 a 630 mil toneladas en 2023, lo que representa una baja del 4 %, consecuencia directa de los efectos adversos del cambio climático en el sector agrícola nacional.
En contraposición a esta situación, el presidente de Fedeagro resaltó un panorama más alentador en cuanto a la cosecha de arroz, indicando un incremento significativo en la producción a nivel nacional.
Fantinel informó que se logró una cosecha total de alrededor de 520 mil toneladas de arroz, abarcando tanto los ciclos de verano como de invierno, lo que representa un aumento del 22 % con respecto al año anterior. Este incremento en la producción de arroz pone de manifiesto la capacidad del sector arrocero para adaptarse a las condiciones adversas y generar resultados positivos en medio de un panorama desafiante para el sector agrícola del país.
Estos datos recabados por Fedeagro reflejan la compleja realidad que enfrenta el sector agrícola en Venezuela, destacando la importancia de implementar medidas de adaptación al cambio climático y promover prácticas sostenibles que permitan garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo de la producción agrícola en el país.
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