La Compaña de Carabobo la estrategia que Liberó a Venezuela
24 DE JUNIO DE 1821
Lcda MARLIN VILLALOBOS.
C.I. 15.823.766
Historiadora
Las operaciones dirigidas por el libertador Simón Bolívar que culminaron en la Batalla de Carabobo emplearon casi todos los recursos militares disponibles en Venezuela, con la intención de concentrar un gran contingente capaz de combatir al ejército español en el centro del país. El Ejercito del Norte, dirigido por Urdaneta, el Ejercito del Sur, comandado por Páez y el Cuerpo de la Guardia de Honor comandado por el propio Simón Bolívar , convergerían en San Carlos, al tiempo que el Ejercito de Oriente, conducido por Bermúdez, atacaba Caracas para desarticular la defensa del General español Miguel de La Torre.
Toda campaña ideada con una estrategia necesita de la conformación de un Ejército. El cuerpo de elite del ejército de Bolívar, que el LIBERTADOR CUIDABA CON ESMERO, era ese que en sus cartas y comunicaciones él llama La Guardia de Honor fue creada por el Libertador en 1815 para garantizar la seguridad del Jefe Supremo. Ella seria la columna vertebral del ejército libertador de Carabobo.
Bolívar contaba en su planificación con tres grandes fuerzas: el Ejército del Sur, estacionado en Apure y comandado por Páez; el ejército de Oriente, que reagrupaba bajo el mando del general Carlos Soublette también Vicepresidente de Departamento de Venezuela, las diversas guerrillas orientales y las fuerzas margariteñas que debía aportar Arismendi; el Ejecito del Norte, cuya base era una de las brigadas de la Guardia, a cuya cabeza estaba el muy confiable Urdaneta, quien debía aglomerar fuerzas en Maracaibo y sumar otras procedentes del Norte de Nueva Granada.
El gran problema de Bolívar era concentrar las grandes unidades dispersas para dar frente a La Torre, evitando una respuesta masiva en este que pudiera diezmar los contingentes aislados. Cada vez aparecía más claramente en los planes de Bolívar la intención de acumular una fuerza consistente en los llanos de Occidente, primero en Barinas o en Guanare, y definitivamente en San Carlos, capaz de dar una batalla definitiva en el corazón de Venezuela, ocupado por las fuerzas realistas. Pero era preciso desarticular el férreo dispositivo que había adoptado La Torre en torno a la provincia de Caracas.
A este fin el Libertador dispuso de una serie de divisiones, vale decir, operaciones de distracción de las fuerzas enemigas, con la intención de desagruparlas y de confundirlas en cuanto a su intención estratégica. La principal de estas divisiones, la toma de Caracas, seria obra del Ejército de Oriente, y en especial de las fuerzas comandadas por el General José Francisco Bermúdez. Casi de inmediato, nutrido de nuevas fuerzas gracias a los voluntarios de Caracas y la Guaira, Bermúdez marcho a los Valles Aragua y el día 20 ocupo La Victoria. Con una serie de situaciones de ofensiva y defensiva de ambos jefes tanto de realistas como de patriotas hacen definitiva la liberación y pérdida de Caracas, tal situación hizo que el Ejercito Libertador ganara gracias a sus operaciones la Batalla de Carabobo. Fue así como una mañana del 24 de Junio de 1821 la oportuna concentración del ejército republicano en tres divisiones, permitieron que el movimiento de la fuerza patriota fuese total.
La acción inmediata se tradujo en un avance frontal y en una maniobra desbordante que desconcertó al ejército monárquico. EL DESORDEN SE APODERO DE LAS FILAS REALISTAS y en menos de dos horas se obtuvo una esplendida victoria. Así se daba el paso decisivo en la liberación del territorio venezolano y la feliz noticia, a todos los republicanos de nuestra América, de que el más grande ejército español había sido derrotado en aquella llanura venezolana.