La circuncisión es un modo usual en el que se extrae quirúrgicamente la piel que recubre el extremo del pene, llamada prepucio. Es un método antiguo que nació como ceremonia religiosa o cultural.
En consecuencia es una técnica que posee múltiples beneficios para la salud, tanto en niños como en adultos, tales como: una higiene más sencilla, menor riesgo de padecer infecciones urinarias, menor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, además de menor riesgo de padecer cáncer.
En otras palabras, la circuncisión es la extirpación de la piel que cubre la punta del pene y es bastante habitual entre los niños recién nacidos ya sea por motivo de salud o tradición. También se puede realizar después de varias semanas, aunque es un proceso más complicado.
Por otra parte, la circuncisión en los hombres adultos puede practicarse a los 19 años de edad o mayores, se realiza para tratar ciertas situaciones médicas que afectan al pene y puede hacerse utilizando un procedimiento de incisión dorsal o cubierta.
Sin embargo, es una práctica que no es necesaria para la salud, solo que padezcan una patología, por ejemplo: problemas urológicos, fimosis, infecciones urinarias, entre otras. Exclusivamente se recomienda cuando existan motivos médicos que así lo requieran.
Finalmente los especialistas proponen a enseñar a los niños a retirase la piel cuando se bañan, debido que el agua y la humedad ayudan a deshacer las adherencias de la piel. Por su parte cabe destacar que la circuncisión no afecta la fertilidad, además no aumenta ni disminuye el placer sexual en el hombre o en su pareja.