Fredy Zarichta
El pasado domingo vivimos un episodio político bastante interesante en Venezuela, todo el país se movió, en mayor o en menor grado, según su sentimiento hacia uno u otro sector político. En lo personal hace años tuve la oportunidad de conocer a Jehyson Guzmán, en una cafetería frente a la Federación de Futbol de Venezuela, fue un momento de muchas conversaciones, en el tiempo se convirtió en una gran amistad.
Pasados estos últimos cuatro años, Jehyson se dio a la labor de reconquistar la gobernación de Mérida, una tarea bastante compleja que le dió hoy en día el resultado de un trabajo de hormiguitas.
Recordando algunos artículos que escribí meses anteriores, hice referencia a que Jehyson venia ganando la confianza de los electores en un 6%, según encuestadoras internacionales. Allí están los resultados.
Caso similar ocurrió con Jesús Araque, un hombre que tuve la oportunidad de conocer y compartir agenda para medios de comunicación nacional, de origen muy humilde, siendo un legislador, en los últimos meses fue proyectando su labor legislativa dirigiéndola hacia un plan de gobierno claro para el municipio Libertador de Mérida.
Personajes de oposición y los mismos candidatos a la alcaldía lo calificaban como un pichón y les salió una cajita de sorpresas, más a quienes daban a Guevara como ganador. Tanto Jesús como Jehyson fueron abonaron su camino para alcanzar el éxito, ambos libraron sus batallas para llevar al PSUV a un triunfo contundente que tanto lo necesitaba.
Aunque yo no he estado en Mérida por razones de salud bastante difíciles, veo con gran beneplácito esta victoria, y a todos, a muchos entre ellos Ramón Lobo y Gian Carlo Di Martino, quienes también han estado muy pendientes se los agradezco mucho.
Y justamente hablando de Ramón Lobo, a quien algunos decían que saldría a dividir el partido luego de la elecciones internas, se equivocaron, porque Lobo demostró su nobleza política y al salir de los resultados del 8 de agosto se puso a las órdenes del comando de campaña de Jehyson, lo que no contaban personeros de oposición que cargaban un calvario y si estaban divididos. Gracias a esa división de la cual no olfatearon los resultados, subestimando sus enemigos internos que lo que estaban era buscando bastantes billeticos verdes y cuando no los vio, acentuó la batalla contra Ramón Guevara, dándole a Jehyson y a Jesús la oportunidad para que conquistaran espacios.
Esa victoria tiene un valor histórico y seguro estoy veremos a una Mérida cambiada, que será levantada del desastre y la desidia en que la dejó la ultraderecha.
Felicito a los JJ Jesús y Jehyson… que la victoria les acompañe por siempre.