¿Sabías que existen personas inescrupulosas que se unen para cometer delitos, que abusan de la piedad y la buena fe de las personas para estafar, engañar y obtener ganancias así sea aprovechándose hasta de sus propios hijos?
#DéjameContarte la historia de esta niña...
Recuerdo perfectamente aquel día, me dirigía a mi lugar de trabajo y como siempre, subí al transporte público que se encontraba detenido en la parada captando pasajeros. Eran aproximadamente las siete de la mañana. En medio del bullicio de la calle, me encontraba sumergida en mis pensamientos organizando las ideas para planificar las tareas del día cuando de repente una voz captó mi atención.
Se trataba de un hombre que abordó la unidad con una niña en brazos, la cual tendría escasamente 3 años de edad.
Aquel hombre se dirigió a los pasajeros diciendo:
- Señores pasajeros, necesito de su colaboración para darle de comer a esta niña. No vine a quitarle sus pertenencias, ni nada, pero si necesito de su aporte para esta niña. Muchas gracias pasare por cada uno de sus asientos.
Observé la escena con mucha atención, la mayoría de los pasajeros, sin pensarlo, casi de manera automática, comenzaron a buscar en sus pertenencias algo de dinero para responder a la petición de aquel hombre.
Mientras que la niña de mirada triste se encontraba recostada en su hombro; logré detallar esos signos que delatan el descuido en el cuidado de un niño, llevaba su ropita curtida, el cabello enredado, las uñas de sus manos sucias, y además se notaba muy delgada, como desnutrida.
Cuando el hombre se aproximó a mi lugar lo intercepté con varias preguntas:
-Señorn ¿Dónde está la madre de esa niña? ¿Dígame algo, usted es el papá?
El hombre continuó ignorando mis preguntas, de inmediato mis sistemas de alerta se activaron.
Volví a intervenir:
- Señorr, le estoy hablando, conteste, ¿dónde está la mamá de esa niña y por qué usted en vez de salir a trabajar para mantenerla la utiliza para estar pidiendo dinero?
Entonces, los pasajeros se activaron y comenzaron a murmurar e incitando al hombre a que respondiera, pero éste sin decir una sola palabra se bajó rapidamente del transporte.
Uno de los pasajeros, molesto por lo sucedido bajó tras él gritando:
-¡Detengan a ese hombre que lleva a esa niña, detenganlo...!
La persecusion fue captada por unos funcionarios de policía que casualmente patrullaban en el lugar y dando la voz de alto detuvieron al hombre en plena flagrancia.
Logré alcanzarlos, la gente que apreciaba la escena estaba enardecida. Los agentes continuaron con el procedimiento, el hombre fue llevado al comando policial, mientras yo me ocupé del resguardo de la niña durante el trayecto.
En la comandancia el hombre fue interrogado, señalando que él salia a pedir con la niña para ayudar a la madre a mantenerla. Pero que no sabía donde vivía ni su nombre completo. Solo sabía que le decían "la Nena."
El hombre no portaba documentos de identificación, se iniciaron las investigaciones con el objeto de confirmar la existencia del delito y aplicar las sansiones penales correspondientes. Del mismo modo, comenzó la búsqueda de la madre, que al parecer nadie la conocía en el lugar.
La niña permaneció al cuidado de las entidades de atención destinadas a su protección.
Así transcurrieron 3 dias, hasta que gracias a las investigaciones y el deebido seguimiento la mujer fue ubicada en un barrio de una ciudad cercana y puesta a las ordenes de las autoridades.
Cada día, muy temprano en la mañana, aquella mujer esperaba al hombre en una esquina bastante transitada y le entregaba la niña diciéndo;
- Aquí está la niña, ya sabe... esta tarde quiero mi dinero completo, que para algo la estoy poniendo a producir.
Luego se olvidaba de ella, hasta que el hombre se la devolvía casi al anochecer con la respectiva paga obtenida de las contribuciones que hacían pasajeros y comerciantes estafados por este maleante que usaba a la muchachita para este perverso fin.