.¿Corrupción o Delitos sin Delicuentes?
Por: Deisy Viana
#DéjameContarte que no hay nada más peligroso que una sociedad que se sustente en una estructura corrompida, este fenómeno debe analizarse desde una percepción amplia debido a la complejidad de sus aristas, lo que significa que no se trata de un hecho enmarcado en un plano individualista.
La palabra DELITO deriva del verbo latino delinquere, que significa abandonar, apartarse del buen camino, alejarse del sendero señalado por la ley; es una acción típica, antijurídica, imputable, culpable, sometida a una sanción penal y a veces a condiciones objetivas de punibilidad. Supone una infracción del derecho penal. Es decir, una acción u omisión tipificada y penada por la ley. Entonces un DELINCUENTE es alguien apartado del camino del bien que infringe la ley al cometer un delito.
Surge la interrogante ¿es corrupto quien comete un delito? PUes la corrupción es la acción y efecto de corromper, es decir, es el proceso de quebrar deliberadamente el orden del sistema, tanto ética como funcionalmente, para beneficio personal.
Si los medios de comunicación engañan, si los políticos se valen de discursos demagógicos para mantenerse en el poder, si quien ejerce un cargo en la administración pública posee bienes materiales incomprables con su salario y ostenta de gastos superfluos en restautantes caros y celebraciones, si comerciantes evaden impuestos e irrespetan los controles de precio contribuyendo con el alto costo de la vida, si los gobernantes invierten los recursos en obras secundarias obviando las necesidades sentidas de quienes les eligieron porque allí es donde está la ganacia; si líderes religiosos se aprovechan de la fe ajena para manipular y sacar provecho personal; si la ciudadanía es incapaz de respetar las señales de tránsito y los organismos de seguridad son los primeros en matar las letras de las leyes a través de la inacción; si la delincuencia representa un liderazgo porque la "justicia está en sus manos" y su comunidad los protege; si los padres no cumplen con su función de educar a los hijos e hijas y éstos son desobedientes haciendo caso omiso a cualquier norma establecida en el hogar, entonces estamos en presencia de una sociedad estructuralmente corrupta.
La lista de ejemplos es interminable y tal como se evidencia, no se trata solo de quienes ejercen puestos gubernamentales o de oposición, porque una persona puede llegar a ser corrupta tan solo con prestarse a cualquier forma de maquinación, callar alguna injusticia por miedo a denunciar o por recibir a cambio algún soborno por su silencio, igual es complicidad; o por defender alguna ideología política o religiosa no porque sea buena para todos sino porque es provechosa para ella, cobrando sin trabajar
La corrupción tiene muchas caretas con las cuales puede disfrazarse, pero también posee dos elementos fundamentales para que se manifieste dicho fenómeno social: Se requieren de dos sujetos en acuerdo, quien propone y quien acepta, bien sea conciente o inconcientemente. Están "LOS INTOCABLES", esa gente a la cual el peso de la ley les resbala porque son demasiado "honorables" y no conviene un escándalo público.
Están los "CARE' TABLA" que proponen el negocio directente valiéndose de "una chapa", del famoso ¡Yo soy Fulano de Tal! O del ¿Cuánto hay pa" eso?.
Entre los que aceptan la propuesta se encuentran los "VIVOS BOBOS" que se hacen partícipes del acto para saltarse la cola, ahorrarse tiempo, obviar los trámites, por adulancia, o porque no le queda otra opción. Es corrupción, todos cometen una acción ilegal, y queriendo o sin querer también presionan u obligan a otros a cometer tales actos.
En resumen, estamos ante la presencia de condicionamientos psicológicos que actúan directamente en la psiquis social alterando el comportamiento individual y colectivo que integra la estructura social, donde los que se sienten poderosos añoran más poder, los ricos más riquezas; otros son absorvidos por el sistema, se deshacen del sentido de pertenencia, la honradez, el respeto, la tolerancia y la práctica de cualquier valor que invite al sentido común a discernir entre lo correcto y lo incorrecto, un minúsculo remanente solo mira y disimula porque cree que no es su problema y algunos cuantos nadamos contra la corriente del abaurdo mar de la inconciencia.