Por: Deisy Viana
#DéjameContarte la paradójica dolarización de facto
Indiscutiblemente depender de los productos subsidiados, es insuficiente para los venezolanos sin importar los esfuerzos del Estado, ya que los precios de productos y servicios ahora solo se establecen en esa moneda extranjera, mientras el Bolívar, la moneda oficial, sigue sometido a la supra devaluación afectando a todos los estratos sociales, incluso a los sectores populares donde circula libremente la divisa norteamericana a pesar del bajo poder adquisitivo.
En este sentido,
observar la conducta de la ciudadanía en medio de este fenómeno resulta ser
una paradoja, ante hechos que terminan siendo contrarios a la lógica del
sentido común. Si refrescamos la memoria, cuando nuestro Bolívar gozaba de
valor económico circulaban billetes lavados, arrugados, doblados, remendados,
manchados, medio rotos y hasta rayados, pero con el auge del dólar como
moneda de uso común las precauciones con respecto a los billetes en
circulación son por demás exageradas.
La proliferación
de divisas como método de pago es el pan diario con todo y restricciones,
ya que la mayoría de los comerciantes han optado por no aceptar billetes de
dólar que consideren que están en mal estado, muy usados, doblados, arrugados,
feos o que simplemente no sean de su agrado, o sea, no pasan la inspección ocular,
del "cajero de turno".
Paradójicamente,
la clientela alega que los comerciantes no aceptan "dólares
feos" y por otra parte en los comercios dicen que son los clientes; sin
embargo, según la Reserva Federal de Estados Unidos, el organismo responsable
de que nuevos billetes de dólar entren en circulación y que los viejos salgan
del mercado cataloga como un billete “no apto” solo en algunos casos tales
como:
· Billetes
con algún orificio de más de 19 milímetros cuadrados, es decir, aproximadamente
el tamaño de una aspirina
· El
caso de los billetes sucios y gastados, no califica como "no apto" ya
que se resuelve con sensores de verificación.
· Los
billetes de cinco, diez y veinte dólares editados antes de 1996 son
automáticamente sacados de circulación, simplemente por su tiempo, no por
"feos"
Según un
artículo publicado en Yahoo Finance: “Los billetes dañados pueden ser,
normalmente, reemplazados en un banco, mientras que los billetes que han sido
mutilados deben ser enviados a la Oficina de Grabado e Impresión de Estados
Unidos (U.S. Bureau of Engraving and Printing en inglés) para ser reemplazados”
Sería bueno que
tanto clientes como comerciantes venezolanos sepan que un billete de "dólar
feo" puede estar dañado, lavado, rayado, parcialmente roto o arrugado,
pero si mantiene al menos el 51% de su cuerpo intacto, es aceptado sin
mayor problema por cualquier entidad bancaria en Estados Unidos y
prácticamente, en cualquier lugar del mundo donde circulen dólares americanos.
El billete de dólar pierde automáticamente su valor si está parcialmente
quemado, mohoso o manchado con sangre.
Entonces, lo
previamente señalado quiere decir que, ante las leyes de la Reserva Federal y
las normas bancarias estadounidenses, no existe ninguna excusa para que los
comercios venezolanos rechacen las divisas norteamericanas, sea cual sea su
denominación, solo porque “el billete está feo".
En retórica,
y paradójicamente hablando, el concepto donde subyace la concepción de la
economía en su trato hacia la moneda es grotesco, una página virtual movida por
la "mano invisible" controla el valor del dólar paralelo que termina
cotizándose a menor costo que el oficial, el sentido de pertenencia hacia
nuestra moneda quedó abolido, la gente ya no hace transacciones en bolívares,
no se aceptan billetes feos y como
"la cosa
está difícil" lo que hoy te vale 1$ mañana te vale 2$ "porque aumentó
el dólar", devaluación inminente de la dolarización de facto que viola a
vox pópuli el artículo 318 de nuestra Carta Magna.