Son muchas las causas que pueden generar el sangrado nasal. La mayoría de las veces se debe a un golpe fuerte en la zona o a algún padecimiento específico. Para poder darles el trato adecuado a las hemorragias nasales es importante conocer un poco más sobre ellas.
Cómo detener las hemorragias nasales
Según un artículo del portal Cigna, cuando surge una hemorragia nasal, no hay que echar la cabeza hacia atrás. Esta es una de las primeras cosas que se hacen, y por eso es necesario recordarlo una y otra vez. En lugar de eso, debes sentarte derecho e inclinar un poco la cabeza hacia adelante.
Con tus dedos pulgar e índice, debes presionar sobre la parte blanda de la nariz, para evitar que la sangre pase. Si la sangre baja por tu garganta, no te la tragues, podría provocarte náuseas y vómito.
La presión debe ser constante por unos 10 minutos. Así que no te desesperes ni quites los dedos que presionan tu nariz, esto podría provocar que la hemorragia continúe. Si pasados los 10 minutos no se detiene, presiona durante otros 10 minutos.
Si tienes gel para la nariz, úsalo. Si la hemorragia no se detiene después del tiempo estipulado, acude a un centro asistencial.
Cómo prevenir una hemorragia
Para evitar que tu nariz sangre de nuevo, no debes sonarla de manera fuerte. Tampoco debemos hurgar y evita levantar objetos muy pesados o que requieran de esfuerzo significativo. Al dormir, eleva tu cabeza usando almohadas.
Por otro lado, no uses fármacos como ibuprofeno, naproxeno o cualquier otro medicamento que sea antiinflamatorio. Debes tener precaución al usarlos, y si no sabes si es pertinente o no sabes cuál usar, consulta con tu médico.
Si el sangrado es constante o es provocado por alguna condición de salud, no retrases tu visita al médico y mucho menos las indicaciones que te haya dado para evitar estos episodios incómodos.