En un comunicado oficial emitido por la Santa Sede, resaltó la fuerte vocación religiosa de José Gregorio Hernández. «Comprendió que Dios lo estaba llamando a la vida laical, y se convirtió en Terciario Franciscano, de modo que, como san Francisco de Asís, reconoció el rostro de Jesús en cada enfermo», puntualizó el Vaticano.
Además, el Vaticano señala que «una fe viva lo acompañaba siempre: para él la medicina era una misión, sobre todo para los más necesitados. A menudo compraba medicinas para sus pacientes y en lugar de pedirles dinero por la consulta, se la daba».
El médico de los pobres nació en el estado Trujillo en 1864 y falleció atropellado por un carro en 1929. De acuerdo con el Vaticano, la beatificación de José Gregorio Hernández es un reconocimiento al venerable siervo de dios por un milagro atribuido a su intercesión.