Mecánicos recomiendan encender los vehículos durante el confinamiento, al menos cada dos o tres días, para que la batería no se descargue. Asimismo, estar pendientes del aire acondicionado, los fluidos y los cauchos.
A medida que la pandemia del coronavirus avanza, se refuerza la cuarentena, obligando a los habitantes a no salir de sus casas con el objetivo de detener la propagación de la enfermedad.
Junto con el confinamiento en los hogares, los vehículos también pasan a quedar en desuso durante varios días e incluso semanas, de allí que los expertos formulan recomendaciones y aclaran dudas con respecto a eventuales problemas mecánicos que pueden sufrir los autos.
Juan Esteban Barichevich, director de la Escuela de Mecánica y Electromovilidad de Inacap, en Chile, indica que se puede sufrir problemas básicos, como de arranque por descarga de la batería y neumáticos desinflados como resultado de un pinchazo menor en ruta antes de detener el vehículo.
Esos desperfectos pueden aparecer de acuerdo con las «preexistencias» del auto. Es decir, «si hay una fuga mínima de aire, los neumáticos se pueden desinflar en un par de días, o si la batería tiene más de un año, es probable que tenga problemas para el arranque después de una semana».
Una batería que esté en un estado de 50% o 70%, lo más seguro es que se descargue por estar detenido, y la única forma de solucionar eso es encender el vehículo cada dos o tres días aproximadamente», destacó José Ramírez, mecánico y dueño de un servicio técnico.
Aclaró que una vez que se encienda el vehículo, hay que dejarlo un rato andando. «Si uno lo arranca y detiene de inmediato, lo único que hace es quitarle la energía que tenía acumulada la batería, y cuando quiera usar el auto no va a funcionar».
Barichevich señala que hay que dejar encendido el automóvil no más de 5 o 10 minutos. En este caso, aclara, «no es necesario» mover el auto para que la batería no se dañe.
Eso sí, antes de salir con los carros los expertos llaman a verificar niveles de aceite y refrigerante del vehículo. Dar una vuelta completa por el exterior del automóvil, verificando que los neumáticos se encuentren inflados; y revisar debajo del vehículo por si existen fugas de aceites o líquidos.
Fuente: El Nacional