La gobernadora del estado de Alabama, Kay Ivey, ha firmado este lunes un proyecto de ley que requiere que cualquier persona condenada por delitos sexuales contra niños menores de 13 años y desee lograr la libertad condicional sea castrada químicamente.
La norma estipula que el procedimiento sea pagado por el propio condenado y que comience como mínimo un mes antes de la fecha de su liberación. También deberá continuar en el tiempo hasta que un tribunal dictamine que ya no es necesario, reseñó RT.
Según Ivey, la medida tiene como objetivo proteger a los niños de Alabama. La iniciativa fue introducida por el republicano Steve Hurst, que afirmó que personalmente preferiría la pena capital para este tipo de delitos, o al menos una castración permanente mediante intervención quirúrgica.
Alabama se convierte así en el séptimo estado de EE.UU., después de California, Florida, Luisiana, Texas, Montana y Wisconsin, en permitir o requerir la castración como castigo para ciertos tipos de delitos sexuales. En la mayoría de estos, el procedimiento es químico y reversible y, en muchos casos, opcional para lograr la libertad condicional.
La castración química también es legal en la isla de Guam, territorio no incorporado de EE.UU. en el Pacífico, aunque las autoridades locales nunca han recurrido a esta práctica