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El Gobierno de Nicolás Maduro calificó como una "descarada y criminal violación" del Derecho Internacional, la aceptación por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) de Gustavo Tarre como representante permanente de la Asamblea Nacional venezolana, actualmente en desacato.
Con 18 votos a favor, 9 en contra y 6 abstenciones, el Consejo Permanente de la OEA aceptó a Tarre, designado por el diputado opositor Juan Guaidó, como representante del país sudamericano hasta que se celebren nuevas elecciones y se nombre a un Gobierno "democráticamente electo".
Tras la resolución, la Cancillería de Venezuela ratificó su "indeclinable decisión" de abandonar la organización el próximo 27 de abril.
"Con la ilegítima aceptación (...) la OEA convalida el plan de golpe de Estado iniciado el 23 de enero pasado, y pretende crear condiciones para profundizar la agresión injerencista contra nuestro país, incluyendo la amenaza de una intervención militar", denunció la Cancillería en un comunicado de prensa.
Además, el Gobierno venezolano advirtió que toda decisión o acuerdo adoptado por Tarre en el seno de la OEA, será considerado "un acto nulo y carente de legalidad", por lo que no estarán obligados a cumplir ninguna de las disposiciones acordadas.
La Cancillería venezolana denunció que la OEA está "arrodillada a los intereses imperiales y supremacistas de la Administración estadounidense".
Más temprano, el embajador de Venezuela en la ONU, Samuel Moncada, dijo que con esta decisión el gobierno de EE.UU. quiere expulsar "de facto" a los representantes de Venezuela en los organismos internacionales e imponer a personas "que no se sabe a quien representa".
Venezuela ya había tramitado su salida del organismo, una decisión que fue programada por la nación caribeña para que se cumpliera el 27 de abril, aunque la resolución de este martes confirmó su decisión de abandonar al organismo.