ÚN.- El ministro de Interior de Francia,
Christophe Castaner, informó ayer que unas 8.400 personas fueron
arrestadas durante las protestas de los “chalecos amarillos” que
comenzaron hace tres meses.
Detalló que las protestas que iniciaron el sábado 17 de noviembre en
Francia dejaron al menos 7.500 personas puestas bajo custodia policial.
También señaló que ya hay 1.800 condenas dictadas, 1.500 casos están
aún en espera del juicio, 1.300 comparecencias inmediatas fueron
retenidas y que 316 personas han sido puestas bajo una orden de cometer
un delito.
Aseveró que 1.300 agentes policiales y bomberos resultaron heridos y
recalcó que el mensaje es claro, “cualquier degradación y agresión
continuada será castigada”.
El ministro Castaner responsabilizó de estas acciones a “pequeños
grupos animados por el odio” y se opuso a toda amnistía, como están
pidiendo algunos de los portavoces de los chalecos amarillos y grupos de
la oposición.
“El gobierno de Francia se opone a cualquier amnistía para los
chalecos amarillos”, acentuó el funcionario del gobierno de Emmanuel
Macron.
La movilización de los chalecos amarillos inició hace casi tres
meses, para exigir al presidente Macron que ponga en marcha políticas
que favorezcan su poder adquisitivo y calidad de vida del pueblo
francés.
En las protestas han habido enfrentamientos entre la Policía y los
activistas, que organizaron ataques contra instituciones públicas.