Las políticas de ingreso y estadía en la región van poniendo reglas distintas al discurso
ÚN.– Contrariamente a lo manifestado inicialmente
por los Presidentes de gobiernos de América Latina, los venezolanos
enfrentan hoy nuevas restricciones a la hora de emigrar a otros países
de la región, tras imposición de medidas regulatorias por parte de
países como Colombia, Ecuador, Perú y Brasil.
Pese a los constantes llamados del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para
las Migraciones (OIM), para que los países vecinos que acojan a los
venezolanos que han abandonado su país, lo cierto es que cada vez son
mayores las restricciones legales y el rechazo para recibir a
venezolanos en países de la región.
Luego de múltiples denuncias de maltratos, discriminación y
xenofobia, Venezuela inició el programa “Vuelta a la Patria”, a fin de
repatriar a los venezolanos que deseen volver a su país, en los primeros
viajes, desde Perú y Brasil, han regresado hasta la fecha 421
connacionales.
Brasil, sí pero no.
El presidente de facto de Brasil, Michel Temer, prometió en febrero de este año, que su Gobierno no impedirá la entrada en el país de venezolanos que abandonan su país, incluso aceptó la ayuda de 16 millones de dólares por parte del vicepresidente de EEUU, Mike Pence, para atender a los migrantes de Venezuela.
El presidente de facto de Brasil, Michel Temer, prometió en febrero de este año, que su Gobierno no impedirá la entrada en el país de venezolanos que abandonan su país, incluso aceptó la ayuda de 16 millones de dólares por parte del vicepresidente de EEUU, Mike Pence, para atender a los migrantes de Venezuela.
Sin embargo, el pasado 6 de agosto Brasil cerró su frontera con
Venezuela, bloqueando el ingreso de venezolanos. No obstante el Supremo
de Brasil ordenó la reapertura, argumentando que “cerrar la frontera
significa no reconocer al inmigrante como igual al brasileño”.
En Paracaima, localidad fronteriza de Brasil con Venezuela, la
xenofobia recibe a los 800 venezolanos que llegan diariamente. El pasado
18 de agosto un grupo de brasileños destruyó los campamentos
improvisados de centenares de inmigrantes venezolanos.
Muchos venezolanos también utilizan la ruta terrestre de Brasil para llegar a Argentina o a Uruguay, como destino final.
Los últimos dos días del mes de agosto regresaron a Venezuela 332
venezolanos desde Brasil en el marco del programa de repatriación
voluntaria “Vuelta a la Patria”. Los connacionales denunciaron que
pasaron hambre en las calles de Boa Vista, por falta de apoyo y empleo.
Perú cambia las reglas
En enero de este año, el destituido presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, amplió el plazo para que los venezolanos llegados a ese país solicitaran el Permiso Temporal de Permanencia (PTP), que les permite trabajar.
En enero de este año, el destituido presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, amplió el plazo para que los venezolanos llegados a ese país solicitaran el Permiso Temporal de Permanencia (PTP), que les permite trabajar.
Sin embargo su sucesor, Martín Vizcarra, decidió restringir el
ingreso de venezolanos al Perú a través de la exigencia del pasaporte,
ya que antes los migrantes solicitaban la Tarjeta Andina Migratoria que
les permite movilizarse en los países andinos miembros de la Comunidad
andina de Naciones (CAN) o del Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
La Superintendencia Nacional de Migraciones de Perú señaló que
recibían un promedio de 3.500 venezolanos diariamente. Sin embargo,
desde que comenzaron a exigir pasaporte el ingreso se redujo a menos de
la mitad.
Los venezolanos que ingresen a Perú hasta el 31 de octubre tienen de
plazo hasta el 31 de diciembre de este año para tramitar su PTP.
El pasado 27 de agosto 89 venezolanos regresaron a su país desde
Perú, en el marco del plan Vuelta a la Patria. Denunciaron que vivieron
xenofobia y discriminación en el país andino.
Colombia, más controles
El ex presidente de Colombia Juan Manuel Santos anunció en febrero de este año que no expedirán más tarjetas de movilidad fronteriza (TMF) a los venezolanos.
El ex presidente de Colombia Juan Manuel Santos anunció en febrero de este año que no expedirán más tarjetas de movilidad fronteriza (TMF) a los venezolanos.
“Vamos a poner más controles migratorios y que esos controles sean
más estrictos para la entrada de venezolanos”, señaló Santos quien
agregó que para Colombia es “una situación inédita” recibir “a tantos
venezolanos que huyen de la crisis”.
Santos pidió a las empresas no abusar de los venezolanos y pagar los
salarios completos, aseguró que su gobierno sería muy “generoso con los
venezolanos”.
Sin embargo desde febrero de este año Colombia restringió el acceso
de venezolanos, a quienes pasó a exigirles pasaporte o tramitar un
permiso especial de permanencia que les permite vivir y trabajar hasta
por dos años.
Autoridades colombianas han informado que su país ha recibido muchos
venezolanos que ingresaron con la Tarjeta de Movilidad Fronteriza, que
no les permite trabajar.
El gobierno colombiano aseguró que pondrá más controles para regular
la migración de colombianos y el nuevo presidente, Iván Duque, pidió una
acción multilateral regional, para afrontar el flujo migratorio de
venezolanos.
El subsecretario de Estado de Estados Unidos, John Sullivan, anunció
en mayo que su Gobierno otorgará 18,5 millones de dólares a Colombia,
para apoyar en el recibimiento de venezolanos.
Ecuador no cumplió
El presidente de Ecuador, Lenin Moreno, se declaró en contra del gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, y aunque al principio ofreció su apoyo a los migrantes de Venezuela por calificar la situación en nuestro país como “crisis humanitaria”, luego comenzó a restringir la normativa para el ingreso al país andino y desde el mes de agosto solicitarán pasaporte a los venezolanos para entrar a Ecuador.
El presidente de Ecuador, Lenin Moreno, se declaró en contra del gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, y aunque al principio ofreció su apoyo a los migrantes de Venezuela por calificar la situación en nuestro país como “crisis humanitaria”, luego comenzó a restringir la normativa para el ingreso al país andino y desde el mes de agosto solicitarán pasaporte a los venezolanos para entrar a Ecuador.
Ecuador es uno de los países de América Latina que ha recibido a más
migrantes venezolanos. Muchos de ellos ingresaron sólo con la cédula de
identidad nacional.
Moreno aseguró que la cédula es un documento que no cuenta con las
medidas de seguridad necesarias. “Carecen de código de barras o chips,
por lo que se consideran documentos altamente falsificables”, dijo.
Sin embargo un Tribunal de Quito anuló la medida de exigir pasaporte y
dio 45 días al Ministerio de Relaciones Exteriores para presentarle un
plan humanitario de contingencia que aborde los problemas que genera la
emigración venezolana.
La medida obliga ahora a dos sistemas de validación de la cédula de
identidad. La primera es presentar un certificado de validez de la
cédula de identidad, emitido por un organismo regional o internacional
reconocido por el Gobierno de Ecuador; o presentar un certificado de
validez de la cédula de identidad emitido por Venezuela, debidamente
apostillado.
Muchos venezolanos sólo pasan por Ecuador para llegar a su destino en
Perú o Chile, por lo que el gobierno de Moreno impulsó un “corredor
humanitario” para recibir a los migrantes venezolanos en la frontera con
Colombia y trasladarlos en bus de forma gratuita hasta la frontera con
Perú.
Chile, espera y espera
Los venezolanos ocupan el segundo lugar de migrantes en Chile. Hasta abril de este año había más de 73 mil venezolanos viviendo legalmente en ese país. La llegada de Sebastián Piñera a la presidencia de esa nación dio un giro a la política migratoria.
Los venezolanos ocupan el segundo lugar de migrantes en Chile. Hasta abril de este año había más de 73 mil venezolanos viviendo legalmente en ese país. La llegada de Sebastián Piñera a la presidencia de esa nación dio un giro a la política migratoria.
Los venezolanos llegaban con pasaporte o con Tarjeta Andina
Migratoria, e inmediatamente debían buscar una oferta de empleo para
poder regularizar su situación legal.
Sin embargo Piñera presentó en abril de este año, la ley de
Migraciones que incluye un permiso especial para los migrantes
venezolanos y un visado de turismo para ciudadanos haitianos.
Y aunque Piñera aseguró que mantenía las puertas abiertas a los
venezolanos, lo cierto es que ahora los connacionales deben acudir al
Consulado de Chile en Caracas, para solicitar la Visa de Responsabilidad
Democrática, a fin de poder ingresar a Chile.
No obstante, la Visa Profesional, aún sigue vigente, hay quienes se
arriesgan a irse como turistas y luego consiguen una oferta laboral para
poder solicitar visa, que antes se tardaba un mes y que ahora puede
tardarse más de 6 meses para ser otorgada.
Sin embargo la Ley de Migraciones propuesta por Piñera está en
discusión y se espera su aprobación, lo que podría restringir más el
ingreso de venezolanos a Chile.
Argentina más flexible
El sur del continente ha recibido también a muchos migrantes venezolanos. Sólo en 2017 se registró un máximo histórico de 36.400 solicitudes de residencia de venezolanos en Argentina. El diario El Clarín asegura que cada 20 minutos ingresa un venezolano al país.
El sur del continente ha recibido también a muchos migrantes venezolanos. Sólo en 2017 se registró un máximo histórico de 36.400 solicitudes de residencia de venezolanos en Argentina. El diario El Clarín asegura que cada 20 minutos ingresa un venezolano al país.
El presidente argentino, Mauricio Macri, pidió flexibilizar los trámites de radicación de ciudadanos venezolanos en ese país.
De manera que se aprobó la simplificación de los trámites y
requisitos exigidos por la ley “previa evaluación de cada caso en
particular”, para la normalización de migrantes en venezolanos.
Incluso se aprobó el “tratamiento preferencial en los trámites
administrativos de reconocimiento de estudios de la educación
obligatoria, tanto completos como incompletos”.
Sin embargo el gobierno de Macri prepara desde septiembre la
implementación de un nuevo plan para controlar el flujo de migrantes a
fin de regularizar la situación de quienes ingresen ilegalmente al país.