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Señala que hoy en día el pueblo tiene más acceso a la lectura, pero que la
tecnología es mucho más avasallante
Frank
Reyes
Fotos:
Julio Ramos
Cincuenta y
cinco años tiene Guy Alex Silva como cultor de tradiciones venezolanistas. Es
pintor, escultor, miniaturista, ecologista, actor, poeta, y cuenta cuentos. Su
trayectoria como exponente del arte multifacético lo llevó a merecer una
acreditación como Patrimonio Cultural Viviente del estado Guárico.
Hablar
de él es hablar de uno de esos personajes con una vida errante, con su
sencillez y humildad, se han caracterizado por permanecer en el corazón y en la
memoria de nuestro pueblo como un sujeto fundamental en el proceso cultural que
vive el país y especialmente en Guárico.
¿Qué
hay de nuevo poeta?
-Aquí,
pelando gajo, pero feliz, viviendo del amor a lo que uno hace. Ya ves andando
de aquí y allá, nunca he sido conforme ni conmigo mismo. He venido a Valle de
La Pascua, donde viví y dejé muchos de mis sueños, por una invitación que me
hizo el Gabinete de la Cultura para dictar algunos talleres de arte escénico,
ojo sin cobrar ni medio por eso…(se ríe). Bueno por supuesto agradecido por esa
deferencia.
-Las
cosas hay que decirlas con nombre y apellido. El Estado venezolano aún mantiene
una gran deuda social con los cultores y artistas de este país. No se come con
homenajes. Todavía falta mucho. Hay una gran necesidad de viviendas, pensiones
y acceso a un mejor sistema de salud. Esas son exigencias de quienes toda su
vida han dedicado, sin politiquería, a hacer crecer este país.
¿Desde
antes de la “revolución” a la fecha no ha cambiado nada entonces?
-Solo
algunas cosas. La realidad es que los cultores seguimos siendo instrumentos de
la política complaciente. Uno que ha recorrido todo el país puede notarlo. La
verdad, muchas de las reivindicaciones prometidas no se han cumplido. Debo ser
sincero, en este momento tengo una asignación como maestro honorario de la Casa
del Artista y en virtud de ello hacemos un trabajo más allá de las limitaciones
propias y carencias.
Abordando
otro aspecto: ¿Consideras que hay más interés por la lectura hoy en día?
-Hoy
en día el pueblo tiene más acceso a la lectura, pero la tecnología es mucho más
avasallante. Observa a un niño de apenas año y medio, dale un celular y verás
que de inmediato se lo coloca al oído. Esta generación yo la llamo la
“tecnológica”. Sin bien es cierto que hoy los espacios son más abiertos a la
adquisición de libros, no es menos cierto que es muy reducida su frecuencia.
Nuestros jóvenes y estudiantes se interesan más por el Internet, las tabletas y
los inalámbricos con todas sus funcionalidades.
¿Dónde
dejó a Reverón…?
-Él
está muy bien, gracias (risas). Si te digo que perdí la cuenta de las veces que
he personificado a Reverón, no me lo vas a creer, Por cierto, para esta Filven
trajimos varias escenas; vamos a representar a Paulo Freire que fue uno de los
pedagogos más significativos del siglo XX, que instruyó una nueva forma de
enseñar entre el estudiante y el docente. Le decían el educador de la
liberación. Y por supuesto también montaremos un performance de Armando
Reverón.