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“El 6 de julio, EE.UU. inicia la imposición de aranceles del 25 % a
la importación de algunos bienes de China, por valor de 34 000 millones
de dólares. EE.UU. ha violado las reglas de la Organización Mundial del
Comercio (OMC), iniciando la mayor guerra comercial en la historia
económica hasta la fecha”, ha indicado la Cartera china en un comunicado
publicado este viernes por la agencia local de noticias Xinhua.
Al considerar la imposición de este tipo de tarifas “un acoso
económico”, el Ministerio ha advertido que semejantes medidas
“arriesgarán” seriamente la seguridad de la cadena del suministro a
nivel mundial, entorpecerán el ritmo de la recuperación de la economía
global, además de desencadenar caos en el mercado global.
La Cartera ha denunciado que Washington, en lugar de velar por los
intereses de las compañías y la nación estadounidense, toma esta medida
que resultará “contraproducente” y dañina” incluso para su propia gente.
Ante esta situación, China, que ha prometido no ser quien “dispare el
primer tiro” en esta guerra comercial, se verá obligada a lanzar un
“contraataque” para “proteger” los intereses de su pueblo y
sus compañías, ha matizado el Ministerio de Comercio de este país
asiático.
El comunicado destaca asimismo que las autoridades chinas mantendrán
una constante evaluación del impacto de este nuevo régimen tarifario de
Washington sobre las empresas que alberga, sean nacionales o
extranjeras, en aras de tomar medidas pertinentes para protegerlas.
Ha destacado además, que entre las medidas que adoptará Pekín será enviar un informe a la OMC sobre los hechos y permanecer al lado de otros países que han priorizado en su agenda defender al libre comercio y mecanismos multilaterales.
Pekín ya ha asegurado que está listo para iniciar la batalla comercial contra EE.UU. y ha
amenazado que respondería de forma inmediata con aranceles por el mismo
valor contra vehículos, productos agrícolas y otros bienes
estadounidenses.
China también ve en las acciones de Estados Unidos la intención de
imponer su dominación y de “reprimir” el crecimiento económico, el desarrollo científico y tecnológico del país asiático.