Algunos prefieren pilar que hacer colas
Julio Ramos:
Guárico. VALLE
DE LA PASCUA. Costumbres que se
pensaba habían quedado en el pasado han vuelto, la crisis
económica y la escases de algunos rubros alimenticios entre elos la popular harina compuesto esencial para la tradicioal Arepa a llevado al venezolano y
específicamente al llanero a rescatar nuevamente el Pilón, que se tenía las abuelas olvidado
en algún rincón o simplemente había quedado como adornoque recordaba aquellas añejadas epocas cuando se utilizaba en las vivienda o
fincas.
En Valle de la Pascua, realizando un recorrido por sus
barrios nos encontramos con Cristóbal Méndez, que para ese momento se
encontraba en su vivienda junto a su familia realizando esta labor y sin parar
el pilado del maíz nos explicaba los pasos para poder obtener el producto final
de la masa de maíz.
“compa todo
depende del pulso y de cómo le des si eres contante con el pilón puedes durar
un poco más de veinte minutos, antes de pilar el maíz debe remojarse y después
de pilado se saca lo echamos en un tobo y se lava, sacamos el nepe, (concha del
maíz), y luego lo sancochamos para después de estar frio lo molemos para
obtener la masa”.
Méndez, recuerda que fueron criados con puro maíz
pilado y que recuerda que esta labores eran cotidianas en su vivienda, “ahora con
la escases hemos rescatado nuestros pilones esperamos que esto pase ya tenemos
más de un mes pilando nuestro maíz y no compramos ni hacemos cola para comprar
"Harina”.
Mi hermana vende arepas y bollos en un kiosco y a la
gente le gusta ya que tiene un sabor y contextura diferente, somos dos familias
que realizamos esta labor y este esfuerzo incrementa un poco el valor del producto
que vendemos, pero debo decir que; de un kilo de maíz salen más arepas,
relataba nuestro entrevistado sin parar de darle continuamente al maíz que poco
a poco agarraba el “punto” para ser sancochado.
Tradicionalmente
hasta muy avanzada la primera mitad del siglo XX los venezolanos hacían las
arepas utilizando el maíz pilado, así se obtenía una masa que se amasaba hasta
lograr ponerla suave y de ahí las sabrosas arepas en budare o asadas en carbón.
Esta práctica
es lenta y requiere de mucho esfuerzo físico según sea las características del mazo
de madera y de las condiciones físicas del pilador, fue hasta el año de 1954 un ingeniero de nombre Luis Caballero
Mejías inventa la harina precocida y la patenta con el nombre de La Arepera.
De allí
partió la industrialización de este alimento esencial para la mesa del
venezolano y que a pesar del esfuerzo que realizan algunas personas como Méndez,
el concluye que la satisfacción de comerse una arepa vale la pena todo el
sacrificio.